Riesgos del uso crónico de medicamentos en situaciones no indicadas (III)
12 de marzo de 2019
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El estreñimiento o constipación es con frecuencia un síntoma molesto que puede producirse de forma temporal como consecuencia de cambios que hacemos en nuestra dieta o en nuestra rutina diaria, como sucede por ejemplo durante los viajes.
Las personas que acostumbran a poner en práctica dietas hipocalóricas extremas, en las que se produce un recorte excesivo del consumo de alimentos, muchas veces terminan por padecer de estreñimiento.
Igualmente, la alteración de nuestros hábitos de vida, fundamentalmente los relativos al entorno y los horarios, también puede ser un desencadenante para que se establezca este problema de salud.
En muchas ocasiones, las personas intentan solucionar las molestias causadas por el estreñimiento a través de la administración de laxantes. Sin embargo, estos medicamentos no siempre son la mejor opción y lejos de resolver el problema, pueden conducir a una dependencia farmacológica que atenta contra el restablecimiento de la motilidad intestinal y la evacuación normal de las heces.
Si bien cuando se sufre de estreñimiento no hay por qué esperar el agravamiento del problema, tampoco es correcto automedicarse con laxantes.
En su lugar, es recomendable seguir algunas medidas que resulta muy fácil poner en práctica. Entre ellas: llevar una dieta equilibrada, con una adecuada ingesta de líquidos y de fibra, realizar ejercicios físicos de forma regular y mantener hábitos intestinales estables.
Todas estas simples medidas no solo son muy beneficiosas para combatir el estreñimiento, sino que también resultan seguras para el paciente, pues algo que es preciso tener siempre presente es la necesidad de evitar la utilización de laxantes, a menos que sea el médico quien los prescriba.
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