Restaurado El mural de la ciudad
18 de febrero de 2014
|Hace diecisiete años cuatro pintoras de la occidental provincia cubana de Pinar del Río se reunieron para hacer una obra de creación colectiva: un mural que con el devenir del tiempo pasó a ser de El mural de la ciudad a El Mural de las mujeres, y hoy —totalmente restaurado— exhibe su esplendor.
El mural, que está enclavado en la céntrica avenida Martí, fue realizado por María de los Ángeles Sánchez (Maricuqui), Reina Ledón, Margarita Fernández e Idania Labrador quienes se nuclearon a partir de un proyecto financiado por Emilia Mitrovich, una artista alemana perteneciente a una asociación de corte feminista.
Según aseguró Maricuqui en entrevista exclusiva concedida al espacio Luces y sombras, de Habana Radio, el mural “estaba muy deteriorado” debido a varias razones: “hemos enfrentado serios problemas económicos, el sol de nuestro país es verdaderamente abrazador y Pinar del Río ha sido azotada en los últimos años por ciclones y huracanes de gran intensidad”.
El Consejo Provincial de las Artes Plásticas, el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales (CDAV) de Pinar y la Unión de Escritores y Artistas de la localidad, aunaron esfuerzos y se acometió la restauración con las mismas creadoras que lo hicieron realidad en 1997.
El mural, de sesenta y siete metros cuadrados, incluye coches tirados por caballos, bicicletas, guaguas que transportaban a los turistas; se refleja el paisaje rural y el urbano, los mogotes de Viñales, las vegas de tabaco y también la arquitectura. Igualmente la nueva ciudad y los edificios que se construyeron en el Calero, un reparto alejado del centro.
Afirmó Maricuqui que hoy “el pueblo está muy contento y lo disfruta. Como está concebido desde lo naif incluye elementos ingenuos y como también tiene mucho colorido le llama la atención a los niños. Creo que este mural fue hecho para ellos y mientras lo restaurábamos escuchábamos las voces de los pequeños haciendo su propia interpretación. Una gran alegría, una deuda cumplida y también un gran compromiso”, dice.
Celosas guardianas de su trabajo, estas cuatro mujeres preservaron la obra y la dejaron igual a como lo concibieron en su momento y es, dice nuestra entrevistada “una manera de defender la obra y respetar la idea primigenia y también, de alguna manera, preservar la memoria porque el arte es eso: memoria”, finalizó.
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Comentarios
es bueno que estas arsistas rescaten lo que un dia crearon las felisito por poder bolber a vivir la magia del construir con arte