Réplica de “La Piedad” en el Cementerio de Colón
28 de octubre de 2016
|Avenida Cristóbal Colón entre D y E.
(Zona de monumentos de primera)
En la necrópolis habanera un conjunto considerable de obras de arte lograron sobrevivir al ultraje humano y la profanación del reposo eterno de los muertos. La Oficina del Historiador y organismos gubernamentales se opusieron al delito y la expoliación; de ahí que se tomaron medidas para acabar con largos años de abandono. Se tomó en cuenta la iluminación de importantes zonas estratégicas y se organizó un cuerpo de seguridad para la estricta vigilancia del camposanto, del que se sustrajeron indiscriminadamente en el pasado, mármoles preciados y valioso bronces, vitrales y verdaderas obras de arte en escultura. El vandalismo hizo mella en el santuario de paz, amor y respeto. Posteriormente se aprobó un plan para la conservación, restauración, mantenimiento general y la ejecución de nuevas obras, que desde hace algunos años tiene a su cargo la Oficina del Historiador. Gracias a estos trabajos, el Cementerio de Colón ha recuperado sus valores patrimoniales y humanos.
La necrópolis habanera ocupa segundo lugar en importancia mundial, por las cuantiosas obras escultóricas y arquitectónicas, de ahí que en su recorrido asomen ángeles, imágenes religiosas, columnas y obeliscos; toda la simbología de la vida eterna se recrea en sus más diversas manifestaciones. Mucho se temió por la magnífica réplica de La Piedad de Miguel Ángel, de lo que se hicieron voceros diferentes artistas y periodistas en la ciudad. La obra se encuentra en el Panteón de don Miguel González de Mendoza y Pedroso, ilustre personaje nacido en La Habana a mediados del siglo XIX, en el seno de una familia influyente. Su padre, el abogado Antonio González de Mendoza y Bonilla, fue Alcalde de La Habana y el primer Presidente del Tribunal Supremo de Justicia de la isla de Cuba. El sepulcro adquirido por esta familia se encuentra en la zona más céntrica y costosa del cementerio y se incluye entre los monumentos de interés artístico por la hermosa obra escultórica ubicada en su centro.
En el arte, se conoce como “Piedad”, a la representación en escultura o pintura del dolor de la Virgen María al sostener el cuerpo inerte de Cristo tras ser bajado de la cruz, y la más famosa obra con este tema es, precisamente, el grupo escultórico realizado entre 1498 y 1499 por el más grande artista del Renacimiento italiano. Como la original, que se encuentra en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, la cuidadosa reproducción del Cementerio de Colón está esculpida en mármol y presenta a la Virgen como un ideal de belleza y juventud, mientras Cristo, casi de su misma edad, aparece solo cubierto por el paño de pureza. La composición triangular de la obra, característica de la escultura clásica, transmite una fuerte sensación de equilibrio, serenidad y reposo. Se desconoce el autor de esta magnífica réplica.
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