Recomendaciones para el empleo de medias de compresión

22 de octubre de 2019

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Diana García García

 

 

El uso de medias de compresión es una de las medidas no farmacológicas que se recomiendan en la insuficiencia venosa crónica. Esta patología, más común en mujeres que en hombres, se caracteriza por la aparición de varices o venas varicosas, por lo general en las piernas.

Como resultado, las venas toman una apariencia hinchada, causada por una acumulación anormal de sangre debido a la debilidad, a menudo heredada, en las paredes y válvulas de las venas superficiales.

En la actualidad no existe ninguna medida que ayude a prevenir la aparición de las varices. Sin embargo, un estilo de vida saludable, la práctica regular de ejercicio físico, evitar el sobrepeso, la obesidad y el sedentarismo, contribuyen a controlar su evolución.

Como alternativa terapéutica no farmacológica, las medias de compresión permiten mejorar los síntomas producidos por la insuficiencia venosa, ya que ayudan mecánicamente a impulsar la sangre desde los capilares hasta el corazón, impidiendo que se produzcan estiramientos o heridas. A pesar de la incomodidad que puedan suponer, su uso está especialmente indicado en los meses de verano, ya que con temperaturas superiores a los 25 grados existe riesgo de empeoramiento de los trastornos asociados al retorno venoso.

Existen algunas recomendaciones que se deben aplicar para usarlas adecuadamente y conseguir los beneficios esperados.

En lo relativo a su limpieza, las medias deben lavarse diariamente, por lo que es conveniente tener dos pares. Se lavan a mano, con agua y jabón y se dejan secar al aire libre, evitando exprimirlas o someterlas a fuentes de calor. Al cabo de los seis meses de uso, como máximo, se aconseja reemplazarlas.

Las medias de compresión se deben poner al levantarse, estando en posición de acostado o sentado. Para hacerlo, se enrollan las medias hasta la punta, se colocan en el pie y se introducen los dedos para ir deslizándolas poco a poco, evitando que se formen arrugas. Para facilitar su colocación se puede aplicar sobre la piel alguna crema hidratante o talco, teniendo en cada caso la precaución de dar tiempo para que la crema se absorba antes de poner las medias o de extender el talco de un modo uniforme para que queden lisas.

De forma general, antes de empezar a usar medias de compresión siempre es necesario consultar con un facultativo todas las dudas que se puedan tener, así como informarse bien de los casos en que está contraindicado su empleo.