Recomendaciones para administrar un ungüento oftálmico de forma correcta
31 de octubre de 2017
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Existen preparados farmacéuticos que a menudo generan dudas sobre la manera correcta en que deben ser administrados. Uno de ellos son los ungüentos oftálmicos, los que por la propia morfología del ojo muchas veces son aplicados de manera incorrecta.
Al ser órganos extremadamente delicados, los medicamentos que se administran por vía oftálmica incorrectamente no solo conducen al fracaso terapéutico, sino que también pueden provocar irritaciones y molestias capaces de complicar aún más el problema de base que afecta a los ojos.
Al usar un ungüento oftálmico hay que asegurarse de seguir algunos pasos importantes. Primero deben lavarse bien las manos con agua y jabón. Si la aplicación la hará el mismo paciente necesitará auxiliarse de un espejo. De ser posible, lo más conveniente será pedirle ayuda a otra persona para que realice la administración.
Dado que el ungüento debe mantenerse limpio, una precaución importante a tener en cuenta es evitar que la punta del tubo toque ojos, párpados, manos u otras fuentes de contaminación.
Para aplicar el ungüento la mejor posición será acostada, o en su lugar se puede recostar la cabeza hacia atrás. El tubo se sostiene entre los dedos pulgar e índice y se acerca a los párpados sin tocarlos. Los restantes dedos se apoyan contra la mejilla o nariz y con el dedo índice de la otra mano se baja el párpado inferior del ojo formando una bolsa en la que se depositará una cantidad pequeña de ungüento. Por lo general, una línea de media pulgada de ungüento es suficiente, a menos que la prescripción del facultativo indique otra cosa.
Luego de depositar el medicamento en cada mucosa ocular, se cierran los ojos suavemente y se mantienen así durante 1 o 2 minutos para permitir la absorción del medicamento.
Es normal que el ungüento cause visión borrosa por unos pocos minutos después de aplicado, así que en estos casos solo se debe esperar a que el medicamento se absorba completamente y desaparezca esta molestia transitoria .
Luego de concluir la aplicación, se debe tapar el tubo del ungüento correctamente y se puede usar una toalla fina para limpiar los excesos de ungüento que hayan podido quedar en los párpados o pestañas. Por último, se lavarán las manos nuevamente para remover el exceso de medicación que haya quedado en ellas y se guardará debidamente el medicamento, observando la información rotulada en el envase, hasta la siguiente administración.
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