Reciclaje de materiales y eficiencia energética a favor del patrimonio

11 de diciembre de 2015

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María Victoria Pardo Miranda

 

 

Desde hace varios años la Oficina del Historiador de Ciudad de La Habana y la Fundación Tecnalia del País Vasco en España trabajan conjuntamente a favor de la recuperación del patrimonio en La Habana Vieja y de la población residente. En esa estrategia de colaboración se inserta el proyecto “Eficiencia de recursos para la rehabilitación sostenible de La Habana Vieja”.
De visita en esta ciudad, en representación de la parte española, el doctor Íñigo Vegas explica que dicho proyecto consiste, por un lado, en catalizar todo el proceso de rehabilitación de La Habana Vieja creando capacidades productivas endógenas a través del aprovechamiento de los escombros que se generan en las propias obras de demolición. Por el otro empezaron a abordar soluciones materiales para mejorar la eficiencia energética de los edificios a través de materiales que la propicien.
Dijo el especialista que se ejercita la formación en líneas nuevas como la transferencia tecnológica y adaptación de esa tecnología universal a la coyuntura específica de La Habana Vieja. También se dota de equipamiento, en este caso equipamiento de reciclaje, de capacidades productivas, para fabricar más materiales que luego se incorporarán a los edificios y a la trama urbana. Además, el proyecto plantea nuevas soluciones constructivas dirigidas a la eficiencia energética.
Sobre cómo se lleva a cabo el reciclaje de elementos inertes da a conocer Íñigo Vegas: “cuando hicimos el proyecto se había empezado a implantar una serie de equipos de reciclaje móviles que estaban situados en cada una de las obras. Después decidimos hacer una planta estacionaria que se situaba un poco en la zona limítrofe de La Habana Vieja porque ésta es una actividad que produce bastante polvo y podía impactar directamente en la población. También hemos ido implantando una línea de fabricación de bloques, por ser uno de los elementos que más demanda la rehabilitación de los edificios”.
¿Qué beneficios ha traído este proyecto a la obra de rehabilitación? “El más inmediato ha sido reducir la demanda interna de materiales comerciales, por un lado áridos y por otro, bloques que suministraba la industria nacional y ahora, siguiendo uno de los objetivos principales de la cooperación, se nutre de las capacidades endógenas que hemos ido implantando”.
Una de las acciones más importante en cualquier proceso de reciclaje es la sensibilización a las personas, especialmente a la infancia y la juventud, grupos poblacionales que llevan el mensaje a sus familias de manera natural y espontánea. Por ello el proyecto incluyó la realización de un concurso infantil dirigido a niños de la escuela primaria Ángela Landa y del aula museo de la Vitrina de Valonia del Centro Histórico.
El doctor Vegas explica: “Hemos empezado sensibilizando a los propios técnicos de la Oficina, aquellos que tienen contacto directo con las obras, eso nos ha llevado varios años porque ha sido un proceso continuo. También hemos formado a niños de las escuelas vecinas, dándoles nociones, tormentas de ideas sobre en qué consiste el reciclaje de residuos de construcciones y demoliciones y la eficiencia energética en edificaciones para que plasmaran en dibujos que evaluamos según los criterios del concurso”.
Una de las premiadas fue la pionera de quinto grado Sabrina González, quien asegura: “A través de mi dibujo puedo enviar un mensaje a todas las personas ayudándolas a que reciclen y a que ahorren energía para el bien del pueblo”.
Y como expresara en el acto de premiación la especialista del Plan Maestro Noemí Álvarez, una mayor eficiencia energética y el reciclaje de materiales de construcción beneficia a todos: al hombre, a la ciudad y a la economía del país.