¿Quieres ahorrar? Pues aprende de los animales (III)
15 de junio de 2018
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El actual modelo económico del “usar y tirar” es insostenible en un planeta de recursos finitos que muestra cada vez más síntomas de agotamiento.
Observar, estudiar, conocer y aprender de los animales nos puede ser útil para no desperdiciar recursos vitales como el agua o la energía, o volver a utilizar materiales desechables. Algunos animales son capaces de reciclar los residuos. Veamos algunos ejemplos:
Los escarabajos peloteros hacen sus bolas con restos fecales, donde introducen sus huevos para que sus larvas se alimenten. Los escarabajos peloteros como Scarabaeus viettei y Scarabaeus laticollis, principalmente, son coleópteros que alimentan a sus larvas con estiércol (excrementos). Con ese fin, los escarabajos peloteros desgajan porciones del estiércol con sus patas delanteras en forma de paleta dentada, las apelotonan y le dan forma de esferas antes de transportarlas a cierta distancia, hasta el sitio donde han excavado una galería subterránea para enterrarlas. A veces, la galería se forma debajo de la propia masa mayor de estiércol, y no existe transporte y, otras veces, cuando este transporte existe, un segundo individuo es admitido a colaborar en el rodamiento de la bola. La forma esférica o de pelota facilita el transporte. Posteriormente, amasan bien una o varias de estas bolas enterradas, con lo que se homogeneiza todo el material llevado a la galería, entonces forman una hogaza (una bola grande) que luego dividen en fragmentos más pequeños en forma de peras con la base más ancha, cerca del extremo distal que es más agudo, la hembra introduce uno de sus huevos; y así en cada pera, luego ocluye el agujero de cada pera y por último, sola o con algún colaborador, la hembra pule cuidadosamente todo el exterior de las peras. El interior de cada pera se calienta unos grados con la fermentación del estiércol. Dentro de cada pera, la larva dispone de un interior húmedo y además de comida para desarrollarse. En algunas especies, la hembra permanece puliendo las peras hasta casi la emersión de las larvas, eliminando así los mohos que podrían frustrar el proceso.
También están los escarabajos enterradores que procesan, en una especie de embalsamiento, pajarillos muertos que luego emplean como alimento para sus larvas.
Diversas especies de aves reutilizan los nidos abandonados, como el caso de los picapinos, que no siempre hacen un nuevo agujero, sino que a menudo reutilizan uno viejo echo por ellos mismos, o de otra especie, y que es usado año tras año.
Un gusano que vive en la Antártida, Osedax antarcticus, descubierto hace pocos años, se alimenta de los esqueletos de ballenas en descomposición. Osedax es un género de poliquetos de las profundidades marinas. Su nombre en latín significa: comedor de huesos. Ha sido llamado vulgarmente “gusano zombi”, “gusano comedor de huesos”, gusano del hueso,
Los moluscos bivalvos xilófagos consumen la madera de los barcos que se hunden como si fueran termitas.
Los cocodrilos marinos entierran sus huevos en un hueco poco profundo y lo cubren con restos vegetales que al descomponerse mantienen el nido a la temperatura necesaria.
La economía circular (humana) debe seguir el modelo de la naturaleza, donde hay algún ser vivo que aprovecha un residuo de otro o materiales explotados previamente y, así, transformar los residuos en recursos.
Recordemos que “…la Naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre”. Solo hay un modo de que perdure: respetarla y servirla.
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