¿Quién es “Otodectes cynotis”?

25 de noviembre de 2021

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Josefina Cao López

 

 

Existen alrededor de 50 especies de ácaros, pertenecientes a 16 familias y 26 géneros, que pueden causar algún tipo de sarna o alteración dermatológica, en hospedadores domésticos como ganado, aves de corral, animales de compañía y de laboratorio. Las dermatosis parasitarias ocupan un lugar importante en la dermatología veterinaria, ya que con frecuencia hay que incluirlas en protocolos de diagnóstico diferencial, y algunas de ellas son susceptibles de transmisión al ser humano, es decir, son enfermedades zoonóticas.

Otodectes cynotis es una especie de ácaro que vive en el oído de muchos animales incluido el ser humano, aunque en este último es bastante raro.

¿De dónde proviene el nombre científico de ese ácaro? Proviene del griego οὔς/ὠτός (ōto) = oído, oreja; dectes (mordedor) y cynotis (perro), esta última deriva del griego κυνικός (kyon-kynós), cuyo significado es perro. El latín comparte esta raíz en canis, de ahí, por ejemplo, “canino”. Pero, a pesar de su nombre “mordedor de la oreja del perro”, esta especie es también responsable del 90% de las infecciones óticas en los gatos, conocidas también como “sarna” ​

Esta infección es un problema muy común en cachorros y gaticos, aunque las mascotas de cualquier edad pueden verse afectadas.

O. cynotis es un ácaro astigmato que pertenece a la familia Psoroptidae.

 

Nota. La palabra Psoroptidae proviene del griego ψώρα (psóra) que significa sarna o picar en español más la terminación idae que se refiere a familia desde el punto de vista taxonómico. Los ácaros psoróptidos son responsables de causar sarna en varios animales, lo que genera pérdidas económicas entre los ganaderos de ganado vacuno, ovino y caprino. También se conoce como sarna de oveja y sarna de ganado. La enfermedad es altamente infecciosa y se transmite a través de postes de cerca y otras estructuras que el ganado usa para rascarse. Los ácaros tienen partes bucales que no perforan la piel, pero están adaptadas para alimentarse en la superficie, donde los ácaros desgastan el estrato córneo.

Los ácaros del oído se diseminan con rapidez, y se pueden transmitir a través de un contacto físico breve con otros animales. En las mascotas, los ácaros del oído afectan por lo general a los gatos, y en menor medida a los perros. Los animales infectados tienen unas costras marrones en sus oídos. Mediante una inspección cuidadosa, se pueden observar los ácaros blanquecinos, muy pequeñitos, en los residuos. A diferencia de otros ácaros, los ácaros del oído no excavan, sino que viven dentro del canal auditivo fundamentalmente y a veces, se observan en la superficie del pabellón de la oreja, provocan picazón intensa en uno o ambos oídos, lo que a su vez es causa de rasguños en el oído afectado. En los gatos y perros afectados se puede observar una o ambas orejas que, en lugar de estar rectas, adoptan un ángulo extraño o estar aplanadas.

Los ácaros del oído causan inflamaciones similares a las de las infecciones producidas por bacterias y levaduras. La sintomatología de esta infección, además del prurito y el enrojecimiento, puede traer como consecuencia sordera, y también provocar afectaciones cutáneas en el cuello y la cola de los animales afectados. Son el segundo ectoparásito (parásito externo) más común que se encuentra en las mascotas, ya que el primero siempre ha sido la pulga.

Resumen de los signos clínicos que se pueden presentar en nuestras mascotas:
1. Irritación de los oídos que causa rascarse las orejas o sacudir la cabeza.
2. Secreción oscura, cerosa o con costras en el oído.
3. Áreas de pérdida de cabello como resultado de un auto-trauma causado por rascarse en exceso.
4. Una erupción con costra alrededor o dentro del oído.
5. Un hematoma auditivo: es una gran ampolla de sangre en el oído, causada por la rotura de pequeños vasos sanguíneos entre la piel y el cartílago, como resultado de rascarse las orejas.
6. Sordera.

 

Otodectes cynotis tarda aproximadamente tres semanas en desarrollarse desde el huevo hasta ser adulto, pasando por un total de cinco etapas (Huevo-larva-ninfa I-ninfa II-adulto). Los ácaros adultos de viven, aproximadamente, dos meses, tiempo durante el cual se reproducen continuamente. El ciclo de vida completo de los ácaros del oído tiene lugar en el animal huésped, aunque los ácaros pueden sobrevivir también, por un tiempo limitado, en el medio ambiente.

 

Recordemos que… “La naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre”. Solo hay un modo de que ella perdure: respetarla y servirle.