Problemas sociales en la ciudad patrimonial (comercio informal)
22 de abril de 2016
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Se emplea indistintamente comercio informal, comercio callejero o economía informal para hacer referencia a aquellas actividades de compra y venta presentes en las calles y plazas de las ciudades latinoamericanas, las cuales forman parte de las actividades informales de la economía y que al utilizar los espacios públicos para el ejercicio de la actividad, son responsables de transformaciones en los espacios urbanos.
El comercio callejero es muy abundante en los Centros Históricos latinoamericanos. Este tiende a desarrollarse con fuerza en estos sitios, porque la centralidad que portan se expresa en una importante concentración de la demanda. Pero también porque hay una condición cultural en el intercambio comercial que generan los sectores populares, sobre la base de la plaza, la calle o el espacio público.
Se plantea que el hoy llamado sector “informal”, no es otra cosa que la modalidad actual del histórico protagonismo popular, es la América profunda que se apropia de calles y de plazas para vivir y sobrevivir en la ciudad. Lo hacen como pueden, con la precariedad, la necesidad, la desesperación, la astucia y el desafío que les impone el desempleo y la economía “informal” del neoliberalismo avasallador. La Paz, Lima y México son expresiones extremas de esta nueva “informalidad”, perseguida y no tolerada por las autoridades locales, con el argumento de la invasión del espacio circulatorio, la insalubridad, el robo de energía eléctrica, la evasión de impuestos, la competencia desleal y el fomento de la falsificación y el contrabando.
En algunas de estas ciudades, en la actualidad, junto a los vendedores ambulantes se encuentran acróbatas, malabaristas, tragafuegos y limpiadores de parabrisas.
En este sentido se ha planteado un dilema clave: como preservar la tradición americana, actualizar y enriquecer ese imaginario, recuperando la dignidad humana, poniéndola a salvo de la exclusión, la marginalidad, la pobreza creciente y los abusos del poder municipal.
En la actualidad existen tianguis (feria de los pueblos indígenas, la institución más significativa de venta a cielo abierto, periódica y móvil, en nuestro continente) en Perú, muy mentado el del Cusco; en México.
Según Sylvio Mutal el problema de los vendedores ambulantes y la forma irregular en la que se realizan actividades informales en las calles, invadiendo espacios públicos y/o rompiendo la percepción visual de las ciudades es preocupante.
Existe una doble perspectiva con respecto al comercio callejero. Por una parte es conceptualizado como problema si se ve desde la perspectiva del turismo, del comercio formal, del concepto de espacio público y de imagen constructora de identidades; por otro lado están quienes lo ven como una solución al concebirlo como alternativa para el desempleo y la baja de ingresos, mecanismo de abastecimiento de los sectores populares con precios menores y servicio para los usuarios no residentes del centro.
Para el enfrentamiento a los ambulantes han funcionado dos estrategias, en Latinoamérica, desde los poderes municipales: “la limpieza social” y la reterritorialización o reubicación en zonas especiales. La primera significó, en todos los casos, un enfrentamiento con la fuerza pública o en sucesivos desalojos y reconquistas de la calle, con el consiguiente fracaso del control oficial. La segunda se practicó con diversos resultados en centros tales como Lima, Ouro Preto, México, La Habana Vieja y Quito, entre otros. En este sentido se pueden encontrar propuestas que van desde su erradicación forzosa en Lima o negociada en México, hacia la tolerada en Bogotá e ignorada en Montevideo.
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