¿Por qué pueden provocar gastritis los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos?
10 de octubre de 2014
|La gastritis es una inflamación de la mucosa del estómago, caracterizada por síntomas como dolor en la parte alta o “epigastrio”, acidez, nauseas, vómitos, sensación de llenura o de ardor en el estómago y en los casos más severos, sangrado digestivo que se manifiesta a través de vómitos con sangre y heces con aspecto semejante a la borra de café.
Esta puede ser de tipo agudo, de aparición rápida y de resolución en pocos días, o de carácter crónico, que puede persistir durante años y producir úlcera péptica.
Dentro de esta última categoría se incluye la gastritis erosiva crónica, la cual puede ser secundaria a irritantes como los fármacos, especialmente la aspirina y otros antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) como el piroxicam, la indometacina, el ibuprofeno, el naproxeno, el diclofenaco, etc.
Este tipo de gastritis se produce básicamente por la disminución del flujo sanguíneo característica del estrés crónico y por la inhibición de las prostaglandinas, las cuales son sustancias producidas por el cuerpo con función citoprotectora a nivel de la mucosa gástrica.
La gastritis a consecuencia del uso de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos se vincula con el propio mecanismo de acción de estos fármacos, los cuales inhiben la síntesis de prostaglandinas, por ser éstas mediadores químicos del dolor y la inflamación en el organismo.
Sin embargo, producto de esta misma inhibición, la mucosa gástrica resulta afectada al quedar vulnerable a la acción erosiva del ácido clorhídrico del estómago, pudiendo llegar a lesionarse tras el uso prolongado de los AINEs.
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