Plaza de La Fraternidad Americana
21 de enero de 2019
|Calles: Monte, Dragones, Paseo del Prado y Amistad.
El parque de La Fraternidad, como se conoce en nuestros días, comprende un conjunto de pequeñas y grandes zonas de parques ubicados en el área que delimitan las calles Monte, Dragones, Paseo del Prado y Amistad. Espacio de intenso uso social, dado por el trasiego de la población y la concentración del transporte que recorre la capital, lo cual fue acentuando su deterioro unido a la falta de mantenimiento periódico y adecuado. La Oficina del Historiador de la Ciudad, puso todo su empeño en enaltecer el lugar, para ello se ha trabajado periódicamente en la restitución del alumbrado, mobiliario y jardinería. De todos depende su conservación.
A finales del siglo XVIII se trazó esta área para destinarla a ejercicios militares y bajo el mandato del Capitán General Felipe de Fondesviela -Marqués de La Torre- se le otorgó mayor importancia a las actividades que allí se realizaron. El crecimiento de la población condicionó el desarrollo de la ciudad fuera de la muralla, pero las primeras calles en esta zona se trazaron en el siglo XIX. El gobernador Miguel de Tacón remodeló su interior delimitando su perímetro con una verja de hierro, este período se consideró el de mayor esplendor del parque, porque a finales de esta centuria estaba sumido en el abandono.
En los primeros años de la República se construyeron aquí caminos, canteros y fuentes, pero el ciclón de 1926 volvió a convertirlo en lugar agreste. Por entonces diversos factores se unieron determinando la cualificación del espacio con la definitiva construcción de una gran plaza moderna. Ocupaba la presidencia de la República Gerardo Machado cuando se puso en práctica el Plan Director de la Ciudad; para la realización de importantes obras viajó a nuestra isla el urbanista francés Forestier, quien comenzó el proyecto de parque de recreo en esta zona.
La celebración en La Habana de la VI Conferencia Panamericana, trajo consigo el cambio en la denominación del antiguo Campo de Marte, que se conoció desde entonces como Plaza de la Fraternidad Americana, pues en su parcela se sembró el “Árbol de la Fraternidad Americana”; una Ceiba plantada en el Cerro con la instauración de la República en 1902 se trasladó hasta aquí el 24 de febrero de 1928, este fue abonado con la tierra de cada una de las repúblicas americanas que participaron en la VI Conferencia.
El proyecto de Forestier consistió en el diseño de varias parcelas de diversas dimensiones, condicionadas por el trazado de las calles y aceras que las rodearon, cualificándose el espacio con el mobiliario y una cuidadosa jardinería, aspecto que ha conservado hasta nuestros días.
En años posteriores y por iniciativa de la entonces Sociedad Cubana de Estudios Históricos Internacionales se han colocado en sus alrededores, los bustos de próceres de la corriente independentista de pensamiento, representantes precisamente, de la fraternidad americana.
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