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Piensa. Aliméntate. Ahorra. 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente

5 de junio de 2013

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Piensa. Aliméntate. Ahorra. Es el lema del Día Mundial del Medio Ambiente este año, tiene el objetivo de promover una campaña para de reducir los desechos y las pérdidas de alimentos.
Según FAO, cada año se desperdician 1,3 billones de toneladas de comida. Esta cifra equivale a la producción alimentaria de todo el África Subsahariana. Al mismo tiempo, una de cada siete personas del planeta se va a la cama hambrienta y más de 20.000 niños de menos de 5 años mueren de hambre cada día.
Teniendo en cuenta este enorme desequilibrio y los efectos devastadores que esto tiene para el medio ambiente, el tema de este año, Piensa. Aliméntate. Ahorra, pretende dar a conocer el impacto que tienen nuestras decisiones alimentarias y cómo tomarlas 100% informados.
Actualmente, nuestro planeta trata de ofrecer los recursos necesarios para sus siete billones de habitantes (serán 9 millones en 2050), sin embargo, FAO estima que un tercio de la producción alimentaria se pierde o es desechada. Este hecho es altamente perjudicial para las fuentes naturales de recursos y genera consecuencias negativas en el medio que nos rodea.
La campaña Piensa. Aliméntate. Ahorra quiere animarte a actuar. Quiere que seas testigo de cómo ciertas decisiones reducen el volumen de desechos, ahorran dinero y disminuyen el impacto medio ambiental de la producción de alimentos.
Si desperdiciamos comida, significa que todos los recursos empleados para producirla también lo son. Así por ejemplo, producir un litro de leche supone gastar 1.000 litros de agua o producir una hamburguesa 16.000 litros… Todas esas emisiones de gas durante el proceso habrán sido en balde si desechamos alimentos.
De hecho, la producción global de alimentos ocupa un 25% de la superficie habitable, un 70% de consumo de agua, un 80% de deforestación y un 30% de gases. Es, por tanto, uno de las actividades que más afectan a la pérdida de biodiversidad y a los cambios en el uso del suelo.
Pero, ¿qué significa tomar decisiones informadas?
Significa: Elegir aquellos alimentos cuyo impacto al medio ambiente es menor, es el caso de la comida orgánica en la que apenas se usan productos químicos. O adquirir productos en mercados locales en los que se sabe que no ha sido necesario el transporte y por tanto, no han supuesto tantas emisiones de gas.
En definitiva, se trata de que pienses antes de alimentarte y así ahorres para proteger el medio ambiente.
Impacto  sobre el medio ambiente
El impacto de los desechos alimenticios no es sólo financiero. El medio ambiente es uno de los grandes afectados por los desperdicios ya que estos suponen el uso de fertilizantes y pesticidas. Además, el empleo de gasolina para su transporte genera metano, uno de los gases más dañinos para el efecto invernadero y el cambio climático. En este sentido, el metano es 23 veces más potente que el dióxido carbono. De igual modo, los vertederos contribuyen de manera significante al calentamiento global. ¿Sabías que…
•    Cada año se pierde o se desecha aproximadamente un tercio de la comida producida en todo el mundo para consumo humano, unos 1,3 billones de toneladas.
•    Los consumidores de los países ricos malgastan prácticamente la misma cantidad de comida (222 millones de toneladas) que la producción neta de alimentos del África Subsahariana (230 millones de toneladas).
•    Los desechos y comida que se pierden cada año equivalen a más de la mitad del cultivo de cereales mundial. (2,3 billones de toneladas en 2009-2010) .
•    La pérdida y desperdicio de alimentos suponen además un importante gasto de agua, tierra, trabajo y capital que inevitablemente favorece el efecto invernadero y por tanto, el calentamiento global y el cambio climático.
•    En países en vías de desarrollo, la mayor parte de los desechos y pérdidas se producen en la primera fase de la producción, estos podrían ser controlados con técnicas de gestión y financieras que mejoren el almacenamiento y conservación de los alimentos. Reforzar ese proceso a través de la ayuda a granjeros, inversiones en infraestructuras y transporte ayudaría a reducir los alimentos que se pierden y se desechan.
•    En países con nivel de ingresos medio o alto, la mayor parte de los desechos tienen lugar en la fase final del proceso productivo. Los consumidores desmpeñan un papel importante en estos países a la hora de generar desperdicios. Además, un estudio mostró la falta de coordinación entre los distintos actores de la producción de alimentos. Acuerdos entre granjeros y productores podrían ayudar a mejorar esa situación. Por otra parte, una mayor conciencia en la industria, el comercio y los consumidores y el aprovechamiento de esa comida que más tarde es desperdiciada, ayudarían a reducir las pérdidas y desechos alimenticios.
•    Cada año se producen desembarques de entre 100 y 130 toneladas de pescado, de los cuales 30 millones de toneladas son descartados.
•    En Estados Unidos se desechan cada año un 30% de todos los alimentos producidos, lo que supone un valor de 48,3 billones de dólares (32,5 billones de euros). Se calcula que la mitad del agua empleada para la producción de esos alimentos también es desperdiciada.
•    Los desechos generados por una familia en el Reino Unido alcanzan los 6,7 millones de toneladas al año, alrededor de un tercio de los 21,7 millones de toneladas compradas. Esto significa que aproximadamente un 32% de los alimentos que se compran cada año no se consumen. Las autoridades se incautan una gran parte de estos (5.9 millones de toneladas o un 88%). La mayor parte de los desechos alimenticios (4,1 millones de toneladas o un 61%) podrían haberse evitado y haberse comido si hubiesen sido mejor gestionados.
•    El desecho de materias orgánicas en Estados Unidos es el segundo componente más abundante de los vertederos, que son a su vez la principal fuente de emisión de gas metano.
Mongolia será el país anfitrión del Día Mundial del Medio Ambiente en 2013 durante las celebraciones del 5 de junio. Así lo ha anunciado el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
¿Por qué se escogió Mongolia?
El país asiático trabaja en la actualidad en la puesta en marcha de una economía verde en sectores como la minería y en un programa para aumentar la conciencia medio ambiental en los jóvenes. Mongolia ya ha aprobado, entre otras medidas, una ley para disminuir la contaminación del aire que ha sido bien recibida por la población y que ha comenzado a aplicarse junto a la disminución del uso del carbón en la capital, Ulán Bator. Además, ha planeado establecer un satélite cerca de esa ciudad para limitar la quema de carbono y hacer posible un uso eficiente de la energía. Asimismo, ha creado un impuesto sobre la contaminación del aire en regiones de Ulán Bator. Desde 2010, Mongolia ha suspendido las licencias para explotar nuevas zonas mineras, protegiendo de este modo el medio ambiente del país asiático rico en minerales y la vida de sus habitantes, y promoviendo al mismo tiempo un desarrollo verde teniendo en cuenta las limitaciones de agua y la degradación de la tierra. Desde 2011 se han plantado dos millones de árboles en el desierto de Mongolia. La región cuenta además con un gran potencial en cuanto a energía solar, especialmente la región de Gobi, que se está buscando el modo de explotar.
¿Cómo influye el consumo y los desechos de alimentos en la capacidad regeneradora del planeta?
Cada día nuestro planeta pierde algo de su capacidad regeneradora. Ello se debe a que la población mundial produce y consume más recursos que nunca. De hecho, habitantes tanto de los países en vías de desarrollo como de los desarrollados adquieren mucho más de lo que necesitan y de ahí que se produzca una enorme cantidad de desechos.
La creciente población mundial consume recursos naturales de forma que nuestro planeta se ha visto seriamente afectado. El modo en que se emplean las energías renovables y la manera en que se han transformado las fuentes naturales nos llevado a un camino sin retorno en el que el agua, el aire,… necesitan ser regenerados y por tanto, se hace necesario encontrar el equilibrio entre lo que se produce y lo que se desecha.
Precisamente en eso consiste el consumo sostenible. En hacer más con menos, reduciendo de este modo la degradación y contaminación y mejorando así la calidad de vida de todos.
El consumo masivo de energías renovables y no renovables no sólo ha afectado a la biodiversidad, con 1000 veces más de aves, anfibios y mamíferos en peligro de extinción que en épocas anteriores, sino que también afecta a la población pobre del planeta al desaparecer gran parte de los recursos vitales para su subsistencia como la pesca, la ganadería o la agricultura.
Nuestra calidad de vida y bienestar se ven comprometidas por la contaminación y la sobreexplotación de los recursos de la Tierra. Nuestro planeta no puede continuar así. Es necesario el cambio a una nueva forma de vida sostenible que asegure el bienestar de las futuras generaciones.
Existen muchas formas de convertir nuestro consumo en sostenible. Hacer más con menos es esencial para no agotar todo lo que nuestro planeta tiene que ofrecer. Debemos ser creativos e innovadores para hacer realidad un estilo de vida sostenible y que al mismo proteja la naturaleza que nos rodea.
Por eso, este año en el Día Mundial del Medio Ambiente en favor de ese futuro sostenible. ¡Está en tus manos!
Recordemos que…”la Naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre”. Sólo hay un modo de que perdure: respetarla y servirla.

Fuente. Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
medio ambiente para el desarrollo (PNUMA). http://www.unep.org/spanish/wed/sustainableconsumption/

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