Participación pública
22 de agosto de 2014
|El deterioro creciente de los centros históricos aleja la inversión privada y la inversión pública. La declinación de las actividades comerciales, de servicio y residenciales en estos espacios reduce el rendimiento tributario de estás áreas. En los años ochenta e inicios de los noventa esta tendencia negativa, junto al crecimiento explosivo de las áreas periféricas, desplaza la inversión pública hacia ellas, acelerando el deterioro de los centros históricos.
Dado por el interés creciente de las comunidades por preservar su herencia histórica y cultural, algunos gobiernos de América Latina han aumentado su participación en la preservación del patrimonio urbano. Por ello, diversas entidades del sector público han financiado inversiones para conservar centros históricos y monumentos, muchos de ellos declarados patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
Algunos de los centros históricos reciben declaratorias de protección por parte del gobierno y a partir de ese momento comienza la inversión pública en la rehabilitación de monumentos y mejora de los espacios públicos.
El sector público se involucra en acciones de conservación cuando existe un fuerte compromiso político surgido de una valoración mayor del patrimonio de parte de las comunidades y sus representantes y del conocimiento que tenga la comunidad sobre sus valores artísticos o históricos.
Los gobiernos son los que están asumiendo los limitados programas de preservación que se están ejecutando. Estos se enfrentan a restricciones presupuestarias y múltiples demandas por sus recursos. Esto impide que puedan abordar programas de conservación en la escala requerida para preservar el vasto patrimonio urbano de la región.
La experiencia muestra que en algunos centros históricos el sector público asumió todas las actividades de preservación. En esos casos tenemos a Santo Domingo en la República Dominicana, Salvador de Bahía en Brasil y Cuzco, Perú, aunque han resultado poco sostenibles al ser casi completamente dependiente de los recursos y accionar de entidades públicas sometidas a las cambiantes prioridades políticas y la volatilidad de los presupuestos públicos.
En otros casos el sector público ha actuado, pero sin dejar fuera al sector privado. A continuación se menciona la actuación del sector público en Recife, Brasil. En este caso el municipio lideró el esfuerzo por revitalizar y preservar el área de Bom Jesús en el Barrio do Recife. El municipio invirtió, no sólo, en el mejoramiento del espacio público y la infraestructura sino, también emprendió proyectos demostrativos de rehabilitación de edificios para usos comerciales.
En Quito, el sector público invirtió en el mejoramiento de los servicios públicos, mejoró la seguridad, instaló nuevas atracciones culturales como el Museo de la Ciudad y un Centro Cultural, mejoraron la accesibilidad, estableciendo estacionamientos y mejorando los servicios de transporte público.
Comentarios