No solo medicamentos para mejorar la artritis

16 de septiembre de 2016

|

Diana García García

 

 

La artritis es un proceso inflamatorio, probablemente de origen inmunológico, que provoca la rigidez e inflamación de las articulaciones. Es una enfermedad muy dolorosa y frecuente a partir de los treinta o cuarenta años y generalmente con su aparición, se incrementa el consumo de fármacos para aliviar la sintomatología que produce.
Sin embargo, aunque esta enfermedad tiene un tratamiento farmacológico bien definido, existen una serie de recomendaciones que sin duda alguna contribuyen al alivio de los síntomas y que pueden ser puestas en práctica para controlar la enfermedad sin abusar del uso de medicamentos.
Los baños de agua caliente son una medida eficaz para disminuir la rigidez o el agarrotamiento de las articulaciones. Se recomienda sumergir los miembros afectados y dejar actuar mientras el agua conserva la temperatura, cuidando siempre de que el calor no sea excesivo para que no se produzcan quemaduras en la piel a causa del agua muy caliente.
En esta, como en otras enfermedades, influyen favorablemente consejos para llevar una vida saludable. El sueño reparador, tan necesario para el descanso de todo el organismo, es uno de las conductas saludables más aconsejadas. Se debe dormir entre 8 y 10 horas diarias utilizando una almohada baja y de ser necesario, colocando un soporte rígido y plano debajo del colchón.
La postura es un aspecto muy importante para las enfermedades del aparato osteomioarticular. No se deben doblar las articulaciones en las horas de reposo. En el caso de las manos, hay que evitar hacer fuerza con ellas durante la realización de las actividades diarias y las tareas domesticas. Para los pies resulta conveniente usar un calzado adecuado. De modo general se recomienda que los pacientes con artritis practiquen deportes aconsejados como la natación y las caminatas. Es importante para estas personas evitar el sobrepeso.
No solo de los medicamentos se pueden obtener beneficios terapéuticos. Muchos nutrientes presentes en los alimentos que ingerimos en nuestra dieta, pueden resultar excelentes recursos terapéuticos en una enfermedad como la artritis.
El ajo es un buen ejemplo de ello. Este vegetal además de combatir la arteriosclerosis, ayudar a evitar el infarto de miocardio, disminuir la tensión arterial y ser un potente antibiótico natural, es útil en el alivio de enfermedades óseas como la artritis y el reuma.
Como es de suponer estos consejos no sustituyen las indicaciones del médico, pero de seguro serán una ayuda adicional para combatir el dolor y la inflamación que provoca la artritis, tratando de no abusar del consumo de medicamentos.