Niño Rivera: algo más que un tresero virtuoso
15 de mayo de 2015
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Aunque siempre pensemos que “El Niño Rivera” es considerado como uno de los mejores treseros que ha conocido el Son cubano, en verdad hay mucho más que eso: “Niño Rivera” con el tres representa una combinación perfecta de técnica y saber, de virtuosismo y esencia, de elegancia, distinción y sencillez, no por puro gusto es el mas cabal y vigoroso de la tresistica cubana. Por su grandeza como músico, resulta valedera la frase de que, si “Niño Rivera” no hubiera existido, había que haberlo inventado.
Ya desde 1925, el mote familiar de “Niño Chiquito”, se trocó por el de “Niño Rivera”, sobrenombre que mantuvo con suficiencia por el resto de su vida.
Con más de seis décadas dedicados a la música, “Niño Rivera” ocupa uno de los lugares cimeros en la tresistica cubana.
Compositor, director de diferentes agrupaciones musicales, arreglista, transcriptor y asesor musical; a lo que se le pueden sumar, un sin fin de actividades extramusicales, “Niño Rivera” le roba sonoridades al son y al jazz para crear un sonido Caribe.
Andrés Hechevarria Callava, nació en la Ciudad de Pinar del Río el 18 de abril de 1919. Sus padres, Leonilo Rivera y Elvira Callava, entonces atesoraban amplio destaque en la ciudad, por entonar hermosos cantares trovadorescos; mientras su abuela materna, cantaba décimas acompañada de bandurria. Su tío Nicomedes Callava, enfatizaba sus dotes como buen tresero y director del Sexteto Caridad, por lo que el ambiente familiar le fue propicio a “Niño Chiquito”, luego “Niño Rivera”, para una plena identificación con el arte musical popular.
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