Nelson Mandela
23 de agosto de 2023
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Son las 11:15 de la mañana del 25 de julio de 1991 cuando el presidente del Congreso Nacional Africano Nelson Mandela pisa suelo cubano. El aeropuerto está engalanado con banderas y retratos y el Presidente cubano acude a la bienvenida. Es su primera actividad oficial la de depositar una ofrenda floral ante el monumento de José Martí, el mismo día 25, en la Plaza de la Revolución.
De especial emoción es el paseo por el casco histórico y el recorrido por las salas del Museo de la Ciudad, la Casa de África y calles aledañas, entre los vítores de la población que lo reconoce.
El 26, día previo al de la partida, asiste en Matanzas a los actos conmemorativos del aniversario 38 del asalto a los cuarteles Moncada y Céspedes, de las ciudades de Santiago y Bayamo, respectivamente. Por acuerdo del Consejo de Estado, en esa fecha se le impone la más alta distinción que confiere la nación, la Orden José Martí, la cual se suma a otros dos reconocimientos que, en ausencia, se le otorgaran con anterioridad: la Orden Playa Girón, en junio de 1984, y el título de Doctor Honoris Causa en Derecho de la Universidad de La Habana, en 1987, cuando el líder de los derechos de la población negra sudafricana guardaba 25 años de prisión.
Mandela figuró entre los fundadores de la sección juvenil del Congreso Nacional Africano (ANC por sus siglas en inglés) y se convirtió en secretario nacional de dicha organización en 1948. A pesar de la vigilancia que sobre él mantenía el régimen segregacionista sudafricano, estuvo entre los más activos trabajadores del ANC, por lo que llegó el momento en que pasó a la clandestinidad como única alternativa de mantenerse en libertad.
En 1961 se optó por el camino de la lucha armada contra el apartheid, con Mandela a la cabeza, quien abandonó Sudáfrica por algunos meses, siendo detenido a su regreso. Juzgado junto a otros miembros del ANC, ejerció su autodefensa. Finalmente se le condenó a cadena perpetua.
Dieciocho años de su vida transcurrieron en la prisión de Robben Island, hasta que en 1982 se le trasladó hacia la cárcel Pollsmoor, en Ciudad El Cabo. Por esta fecha cobró auge la campaña internacional en favor de su liberación, que se materializó en 1990, bajo el gobierno del presidente De Klerk.
Líder del pueblo sudafricano, encabezó las negociaciones pacíficas conducentes a la abolición del régimen de segregación racial. En 1993 recibió junto a De Klerk el Premio Nobel de la Paz y al año siguiente se convirtió, por el voto popular de la diversidad de grupos raciales de su patria, en el primer presidente negro de Sudáfrica. Murió el 5 de diciembre de 2013.
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