Menta y mentol
13 de noviembre de 2018
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La menta es una planta muy versátil, de la que existen muchas variedades. Procede de Asia Central y del Mediterráneo. Es rica en sustancias con valor medicinal, siendo la principal de ellas el mentol, un tipo de alcohol que supone alrededor de 50% de su composición y que puede ser obtenido a través de destilación.
Tanto el mentol como el resto de los compuestos de la menta, son también aprovechables mediante infusión. Para su obtención, se deja reposar durante 5 minutos una cucharada de hojas secas de la planta en una taza de agua hirviente.
Esta hierba es una valiosa ayuda en diferentes afecciones. Entre ellas podemos citar los problemas digestivos, en los que resulta muy buena para estimular la digestión, mejorar la gastritis y servir de ayuda en casos de vómito, náuseas, mareos producidos por viajes y en los síntomas provocados por la ingestión de bebidas alcohólicas. Además, colabora con el buen funcionamiento del hígado y la vesícula biliar.
En el tratamiento del dolor, la aplicación de una compresa mojada con la decocción de hojas y flores de la planta de menta alivia el dolor en las articulaciones. En tanto, el aceite esencial que se encuentra mucho más concentrado, ayuda a disminuir las molestias ocasionadas por calambres en la práctica deportiva.
Otro de los usos de la menta es en el cuidado de la piel y las heridas leves. La infusión más concentrada se puede aplicar en caso de picadura de insectos y de laceraciones. Mezclada en partes iguales con aceite de oliva, puede utilizarse sobre quemaduras pequeñas. El aceite esencial se emplea también en productos para después de afeitarse y en fragancias, ya que además de aromatizar desinfecta la piel.
En las enfermedades respiratorias es beneficiosa en el resfriado, la gripe y la tos, las cuales pueden aliviarse o prevenirse con el consumo de la menta en infusión o del aceite esencial diluido durante época de frío, ya que ayuda a despejar nariz y garganta. Asi mismo, el mentol actúa como desinfectante eliminando microorganismos dañinos, por lo que puede ser de mucha utilidad a través de aromaterapia.
Para la limpieza bucal, masticar hojas de menta limpia las encías y evita el mal aliento o halitosis. Por otra parte, el aceite esencial, rebajado en agua, es adecuado en enjuague bucal, de ahí que muchas pastas de dientes la utilicen.
Igualmente, en higiene capilar, la menta restablece el nivel de ácidos naturales que se deteriora con el uso del shampú y ofrece una limpieza delicada y profunda que remueve la
grasa sin estropear al cabello. También vigoriza los folículos y brinda ligera frescura.
La infusión de menta es útil para aumentar la sudoración y disminuir la temperatura elevada en los casos de fiebre. Como tranquilizante, aunque menos habitual, puede emplearse para calmar el pulso cardiaco acelerado, sobre todo en aromaterapia.
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