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Martha Gellhorn

28 de octubre de 2024

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Aunque asociada inexorablemente a la figura de Ernest Hemingway, Martha Gellhorn fue y es por sí sola una personalidad de la literatura y el periodismo del siglo XX, en particular por su presencia como corresponsal de guerra en numerosos conflictos, al punto de considerársele una de las más importantes profesionales de la centuria en el desempeño de esa función.

Ella cubrió los conflictos bélicos en la Segunda Guerra Mundial, en Corea (que condujeron a la división del país), el levantamiento popular en la isla de Java contra el colonialismo holandés, en Vietnam, en la Guerra de los Seis Días de Israel contra los árabes, las guerras civiles en Centroamérica y la invasión norteamericana a Panamá. Presente también estuvo en el célebre de proceso de Nuremberg contra los criminales de guerra nazis.

En modo alguno Martha Gellhorn necesitó de la sombra del ilustre Premio Nobel norteamericano, de quien fue la tercera esposa. Si bien fue este el motivo que la trajo a La Habana y la llevó a vivir en la localidad de San Francisco de Paula.

Ella y él se conocieron en Key West. En el Madrid de la Guerra Civil se reunieron. Él en condición de corresponsal de la agencia NANA (North American Newspaper Alliance) y ella en similares funciones para la revista Colliers. Juntos estuvieron en el hotel Florencia y entre ambos surgió un romance prolongado que tuvo su desenlace con la ruptura del matrimonio de Hemingway con Pauline Pffeifer.

En 1939 Hemingway está de regreso en La Habana e invita a Martha Gellhorn. Ella llega en abril y se unen en el capitalino hotel Sevilla. Martha es quien descubre la mansión de Finca Vigía en San Francisco de Paula y en mayo la alquila, para que un año después Hemingway la adquiera en propiedad. El matrimonio duró entre 1940 y 1945, cuando ella determinó dejar al escritor.

Pero hay más. Martha regresó por La Habana en la década del 80, ya septuagenaria, ocasión en que fue atendida por los periodistas Marta Rojas y Rolando Pérez Betancourt, quien recordaría el suceso en las páginas del diario Granma.

Nacida en Missouri, el 8 de noviembre de 1908, Gellhorn demostró ser una mujer talentosa y osada. Sus crónicas de los acontecimientos bélicos recorrieron el mundo. En cuanto a su estilo, se aprecia en él la limpieza y la precisión, rasgos importantes cuando de reportar realidades se trata. Desarrolló su carrera por más de medio siglo (seis décadas, para ser exactos) y se suicidó a los 89 años, el 15 de febrero de 1998. En 2008 el Servicio Postal de Estados Unidos le dedicó una estampilla.

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