María Muñoz
21 de marzo de 2024
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Fue en octubre de 1919 cuando María Muñoz y Antonio Quevedo desembarcaron en La Habana por vez primera, en viaje de luna de miel. Nunca imaginaron que se establecerían en la Isla para toda la vida y para bien, además, de la cultura nacional. María era pianista y directora de coros, en tanto Antonio, quien también poseía notables conocimientos musicales, era ingeniero eléctrico. Como él halló en Cuba un buen trabajo, optaron por quedarse.
En cuanto a María Muñoz, nació en La Coruña, España, el 27 de septiembre de 1886; en Cádiz y Madrid cursó estudios de piano, con excelentes resultados. La intelectualidad habanera los acogió con beneplácito y de inmediato incorporó a ambos al cenáculo artístico, pues se trataba de una pareja dada a relacionarse con facilidad.
María, con 33 años a su arribo, fundó en 1923, junto al maestro Pedro Sanjuán, la denominada Escuela Filarmónica Nacional, en la que impartió clases de piano y de armonía, además de fungir como directora. Dos años después renunció a dicha institución para fundar el Conservatorio Bach, con sede en su propia casa de la calle Concordia, en La Habana.
Pero no solo se dedicó a la enseñanza, incursionó en la crítica artística y fundó junto a su esposo la revista Musicalia, de muy grata memoria en el panorama artístico cubano. Dicha publicación tuvo dos etapas, una de 1928 a 1931 y la otra de 1940 a 1942. Gozó de gran prestigio por la objetividad de sus críticas y el espíritu constructivo que las animaba. Las obras de los compositores cubanos y extranjeros recibieron en las páginas de Musicalia una adecuada atención, algo en lo que mucho tuvo que ver el saber y buen juicio estético de María Muñoz de Quevedo.
Sin embargo, mayor importancia que la fundación de la revista tuvo la creación, también por ella, de la Sociedad Coral de La Habana, cuyo primer concierto se dio en noviembre de 1931. La Coral hizo presentaciones en Estados Unidos y otras naciones.
Importantes figuras de la música cubana fueron discípulos de María o integrantes de las agrupaciones por ella creadas. Muchos artistas todavía activos deben al tesón de esta mujer el desarrollo exitoso de sus carreras profesionales, en las que influyó la labor pedagógica y de promoción cultural que realizó desde su arribo hasta su fallecimiento el 14 de diciembre de 1947. María Muñoz de Quevedo había adoptado la ciudadanía cubana.
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