Los usos de la Naranja

19 de febrero de 2016

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Diana García García

 

 

No hay dudas que, de entre todos los frutos cítricos, la naranja es uno de los más apetecidos. El fresco aroma de esta fruta emana no solo de su corteza y de las hojas de la planta, también puede ser apreciado en el zumo recién extraído, el cual añade mayor deleite con su delicioso sabor. Todo esto hace de la naranja una fruta ideal para consumir en cualquier ocasión y en diferentes modos.
Sin embargo, algo que quizás no todos conocen es que la naranja no solo es una fruta para consumir con fines alimentarios. Su contenido, rico en vitaminas y minerales, hace de ella un excelente recurso para emplear con fines medicinales.
La ingestión del zumo o jugo de naranja, incluyendo los hollejos, constituyen un apreciado y útil depurativo para el organismo, además de su propiedad alimenticia por el contenido vitamínico, de azúcares, ácido cítrico, celulosa, hierro, fósforo, sodio, magnesio y cal que posee.
La infusión de hojas de naranja puede emplearse para aliviar desórdenes nerviosos, sudoraciones e insomnio. Para prepararla se pone agua a hervir. Al alcanzar el estado de ebullición, se aparta del fuego y se agregan 5 gramos de hojas trituradas en pequeñas porciones. Posteriormente se tapa el recipiente y se deja en reposo durante 30 minutos. Luego de colar, se endulza y se toma una taza de la infusión.
También se recomienda ingerir jugo de cualquier tipo de naranja para el alivio de los padecimientos de la vejiga urinaria y la prostatitis. La administración puede realizarse varias veces en el día, con ello se estimulan las funciones de la vejiga urinaria y se ayuda a desinflamar la glándula prostática.
Igualmente se aconseja el jugo de naranja en los casos de exceso de ácido úrico, causante de dolores reumáticos y de la gota.
De manera general vale decir que el jugo de naranja, además de ser un zumo delicioso al paladar, puede funcionar como un excelente recurso para mantener la buena salud. Por ello es aconsejable ingerirlo frecuentemente, en cantidades abundantes, preferentemente en ayunas, para ayudar a eliminar sustancias tóxicas y prevenir diversas enfermedades.