Los catalizadores del cambio
17 de enero de 2014
|Si me conozco, poseo auto regulación, estoy motivada y entiendo a los otros ¿Qué falta para tener una buena inteligencia emocional? Pues te lo digo inmediatamente; desarrollar habilidades sociales, y a partir de hoy y durante varias semanas voy a hablar de esto. Como todas las anteriores competencias emocionales, ésta posee diferentes características o manifestaciones. Pero comencemos por el principio y les digo que poseer habilidad o destreza social es la capacidad de inducir y lograr respuestas deseables en los demás, lo cual es una gran habilidad, como se habrán dado cuenta. Si es para beneficiar y el habilidoso lo que quiere es hacer el bien, pues logra sacar de los otros lo bueno que tienen dentro y guiarlos hacia buenas empresas, pero si es un manipulador, utiliza su destreza para manejar voluntades y lograr sus objetivos. Ya sé que estarán pensando que no es tan fácil y para eso de dejarse manejar es para los débiles, y yo les doy la razón en lo primero, o sea que no es tan fácil, pero les digo que no hay que ser débil, porque hay muchos caminos para lograr que otros funciones de una manera u otra. Pero voy a ejemplificar que siempre es una buena forma de hacerme entender. Juan era un tipo callado, poco sociable y no se conoce que le haya hecho un favor a alguien alguna vez, sin embargo desde que se casó con Lucrecia ha cambiado, es más sociable, habla con las personas, se muestra amigable y ¡Va a fiestas! entre otros cambios. En este caso ha sido Lucrecia quien ha hecho el supuesto milagro ya que con sus destrezas sociales logra una conducta más ajustada socialmente. Conozco otro caso, y es una mujer que es prepotente, envidiosa, autosuficiente y muy segura en considerar a los otros como seres inferiores y si esto fuera poco tiene un currículo científico tan abultado que la hace miembro muy frecuente de tribunales evaluadores, en los cuales se conduce de manera diferente; cuando está en el tribunal 1, compuesto por buenas personas y muy diestros en el manejo interpersonal (son psicólogos) se conduce con bondad porque los otros la llevan “por el buen camino” y cuando está en el tribunal 2, compuesto por personas como ella, se comporta de manera infame. Y ustedes a estas alturas seguro que recuerdan a alguien que cambia o que ha cambiado en dependencia de la influencia de otros, ahora bien, veamos el asunto no desde el que es influido por el hábil, sino centrémonos en el protagonista, o sea, el diestro ¿Cuáles son sus atributos? Pues les digo; debe ser persuasivo, claro, convincente, inspirador, iniciador y guía de cambios, buen negociador y solucionador de conflictos, capaz de ayudar a los demás en la consecución de metas y desenvolverse bien en grupo. Como ven, son bastantes elementos los que debe tener una persona que posea esta capacidad social y no todos las personas las tienen, e incluso también existen en diferentes niveles en las personas, porque hay quienes son persuasivos, pero no tan buenos en la negociación o son mejores en iniciar cambios, aunque, por supuesto tener todos los rasgos beneficia la influencia que ejerce. Tener el poder de convencimiento y de influencia es mucho más que el interés de manejar para mal o guiar para bien a otras personas, es una característica de personalidad muy bien establecida, fuerte, dinámica que se manifiesta en la cotidianidad. Pero no acabo aquí, porque queda mucha tela por donde cortar, así que hasta pronto.
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