Las unidades de la energía.

24 de junio de 2016

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Bruno Henríquez

 

” Las cosas tienen ahora tantos nombres en tantas lenguas
que ya no es fácil saber cómo se llaman en ninguna”.
Gabriel García Márquez.

 

 
Las energías que se utilizan en nuestra civilización son de fuentes muy variadas y en cada una de las disciplinas del conocimiento se utilizan, para designarlas, términos diferentes, poderlos entender ayuda a aumentar nuestra cultura en los temas energéticos.

 

Unidades en la medición de la energía

Según el contexto cultural que tratemos se le llama energía a cosas diferentes, que tienen que ver unas veces con actitudes y capacidades de las personas, otras con elementos científico-técnicos; y en ciertas ocasiones hasta con términos místicos o esotéricos.

Cuando se trata del aspecto científico técnico de la energía, esta se define con conceptos bien tratados por la física. Está presente en los fenómenos y experimentos demostrables y también repetibles, que han servido de base el desarrollo tecnológico de nuestra civilización. En este caso se puede designar el valor de la magnitud energética de que nos ocupemos, ya sea a través de cálculo o de la medición y se reporta en unidades cuya definición es inequívoca y nos permite conocer de qué hablamos y de ahí diseñar equipos, hacer planes de generación y consumo, al tiempo que se tiene el control material y económico del proceso que nos interesa. Así se han hecho comunes muchas formas de expresar la energía con la que se opera en la sociedad y la naturaleza.

¿Sabe usted de que le hablan cuando se menciona un barril de petróleo equivalente, o que cosa es una caloría, cual es la relación entre un joule y un watt, o entre un kilowatt y un kilowatt hora?
Quiero poner un ejemplo de como en los medios y en los reportes técnicos informales u oficiales se reportan los valores relacionados con la energía de diferentes formas y qué tenemos que conocer para entenderlos o a menos saber de qué se está hablando en general; dónde debemos reforzar nuestra cultura energética para entender de qué se habla al respecto en el mundo y en especial en nuestro país.

 

Recordemos las magnitudes relacionadas con la energía

En el Sistema Internacional de Unidades, la unidad de la energía es el joule (J) que es la energía necesaria para mover un metro una masa de un kilogramo, por otra parte la unidad de potencia o sea la energía disipada o empleada por unidad de tiempo es el joule/segundo y se le da el nombre de watt. En las actividades relacionadas con la energía eléctrica, aunque la potencia también se da en watt, la energía se expresa en watthora, o más comúnmente en kilowatthora, en los fenómenos térmicos y metabólicos se usan otras unidades para expresar la energía como BTU, las calorías o las kilocalorías.
En un documento hecho público por el Ministerio de Energía y Minas el pasado 2013, se reporta el potencial de energías renovables en Cuba, donde a cada tipo de energía se le pone un valor en unidades diferentes, los especialistas lo comprenderán perfectamente pues, a pesar de la diversidad, los datos están expresados correctamente pero el público en general merece que se comente el porqué de las diferencias.

 

En esta tabla los valores se han representado en distintas unidades, por obtenerse de varias fuentes que usan nomenclaturas diferentes según su especialidad.

La energía eólica, la hidroenergía y la biomasa azucarera se reportan en MW o sea se da la potencia de que se dispone, ya que estas sustituyen o contribuyen directamente a la generación de electricidad que tradicionalmente se reporta en unidades de potencia para las plantas termoeléctricas que sustituyen.

La energía fotovoltaica, su promedio anual se da en kWh/m2 que es la densidad superficial de energía o sea la energía que incide sobre unidad de superficie a lo largo de todo el año. Y es más cómodo en los cálculos usar los kilowatt hora por metro cuadrado que son unidades de densidad superficial de energía que le corresponde a lo colectado por los paneles solares.

La energía solar térmica se da en kilocalorías por metro cuadrado, ya que el uso fundamental va a estar dirigido a la producción de agua caliente tanto industrial como doméstica.
La energía obtenida de la biomasa y parte de la energía eólica correspondiente a los molinos de viento se reporta en toneladas equivalentes de petróleo, esto se refiere al poder térmico obtenido al usar una tonelada genérica de petróleo. Pues se supone que ambas (la biomasa y la eólica de bombeo) sustituyen el consumo de petróleo en la generación de electricidad y el bombeo de agua.
La mayor parte se refiere a su equivalencia en petróleo, pero cuando el calor o la electricidad se obtienen de la energía solar en sus diferentes formas, no es necesario comparar con el petróleo, es curioso que en sentido contrario nunca se hace la comparación. O sea preguntarnos cada vez que caliento agua, cocino o genero electricidad con petróleo ¿a cuántos días de sol equivalen? Esa sería una forma de poner nuestra mente en el camino de las energías renovables considerándolas como la forma básica de obtenerla y no como un sustituto del petróleo.

Así se ve que el lenguaje de la energía es variado pero todo obedece a sus razones, una cultura que haga los comentarios y las aclaraciones al respecto nos ayuda a comprender de que se habla cuando de energía se trata aunque se refleje con diferentes unidades de medición.