Las cucarachas no son tan “malas” como las pintan

2 de septiembre de 2016

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Josefina Cao López

“Debemos arrojar a los océanos del tiempo
una botella de náufragos siderales,
para que el universo sepa de nosotros
lo que no han de contar las
cucarachas que nos sobrevivirán:
que aquí existió un mundo donde
prevaleció el sufrimiento y la injusticia,
pero donde conocimos el amor
y donde fuimos capaces de imaginar la felicidad”
Gabriel García Márquez

 

 

 

Hace unos días leí una breve nota que encabezaba así “¿Por qué necesitamos las cucarachas para vivir?” Me llamó la atención porque siempre hemos tenido a las cucarachas como animales “repulsivos” que no nos brindan beneficio alguno, al contrario, por lo tanto hay que eliminarlas a toda costa. Bueno, la curiosidad se despertó y comencé a recopilar alguna información acerca del tema
Es cierto que las cucarachas son más conocidas por su imagen indeseable. Sin embargo, ¿Sabías que son grandes recicladoras? Más del 99% de las conocidas son beneficiosas y habitan los ecosistemas naturales, donde reciclan grandes cantidades de materia orgánica: troncos, hojas y animales muertos, proporcionando abono para los bosques. Sus hábitos de alimentación favorecen la desaparición de residuos, pues son capaces de digerir prácticamente todo, hasta las capas de suciedad presentes en cualquier casa.
Existen centenares de especies botánicas cuyas semillas no podrían germinar si no son escarificadas por las cucarachas, quienes eliminan las partes duras que protegen y aprisionan a los embriones.
Otras especies de cucarachas son polinizadoras, por ejemplo especies diurnas del género Paratropes, son consideradas las principales responsables de la polinización en los doseles de los bosques húmedos sur y centroamericanos. En Cuba, las especies del género Plectoptera han sido vistas asociadas a las flores, pero su función como polinizadoras no ha sido demostrada y requiere de estudios de campo. Algo similar sucede en el Caribe, donde existen otras posibles especies polinizadoras, como una perteneciente al género Symploce, descubierta en la República Dominicana.
¿Sabías que existen más especies plagas de aves que de cucarachas y que muchas veces el impacto negativo de las especies plagas de mariposas es mayor que el de las cucarachas?

 

 
Pueden actuar positivamente como bioindicadores de antropización o de conservación de un hábitat. Contribuyen a determinar someramente la cantidad de humedad y luz que puede poseer el compost y con ello identificar si éste tiene factores ecoclimáticos apreciables para sus procesos de transformación de materia orgánica. Además ayudan a crear ambientes propicios para la generación de otros insectos.
Sin las cucarachas, al igual que sin las termitas, las lombrices, las babosas, las hormigas o las avispas no fuéramos lo que somos. Nuestro planeta terminaría siendo inhabitable para los seres humanos.
Se han descrito aproximadamente 4 000 especies de cucarachas y sólo una treintena de estas son consideradas plagas para el hombre como es el caso de Pycnoscelus surinamensis (cucarachita de Surinam) presente en Cuba, y que se alimenta de plantas vivas; y de las cucarachas domésticas que constituyen menos del 1% del total de las especies de cucarachas existentes y son reconocidas como plagas para los humanos, aunque lo correcto es decir que han sido creadas o convertidas en plagas por los humanos. Las pocas especies que habitan nuestros hogares provienen de África y Asia, y fueron introducidas con el comercio. Fuimos nosotros quienes las invitamos a que se mudaran a nuestros hogares, almacenes, comercios, bibliotecas, depósitos de basuras y desperdicios. Estas turistas poco deseadas llegaron a nuestro país con el tráfico de esclavos y los viajes comerciales desde Europa, y se hicieron comunes entre nosotros, como Periplaneta americana, la más conocida y que muchos nombran cucaracha americana; Periplaneta brunnea o Periplaneta australasiae.

 

 

 
Sus hábitos alimenticios las han llevado a desarrollar un potente sistema inmune que constituye un referente en cuanto a todos los estudios de antibióticos que se puedan probar. Han evolucionado de tal forma que están preparadas para sobrevivir en condiciones deplorables, llegando a ser capaces de repeler bacterias. En un estudio donde se utilizaron cerebros de cucarachas, se demostró que ellas pueden usarse como potentes antibióticos; que tienen nueve sustancias químicas con propiedades antimicrobianas suficientemente fuertes como para matar al 90% de Staphylococcus aureus resistente a la meticilina, sin dañar a las células humanas. Los científicos que realizaron el estudio, afirmaron que aquí puede estar la respuesta a la supervivencia de las cucarachas, difíciles de exterminar de los ambientes sucios y plagados de bacterias.
Leí también lo siguiente: la cucaracha común puede soportar nada menos que 6,400 RADs (la medida estándar de la radiación ionizante), comparativamente, la dosis letal para un ser humano es de 500 RADs. ¿Por qué se supone que pasa esto? Parece ser que la resistencia de la cucaracha a la radioactividad viene dada por la lentitud a que se replican sus células. Veamos: en su período larvario, las cucarachas experimentan una muda semanal durante la cual sus células se subdividen a la mitad de la frecuencia habitual. Pero cuando ya son adultas, se subdividen todavía menos. La radiación causa la mayoría de las mutaciones en el ADN replicante, es decir, es más frecuente que ocurran las mutaciones en las células que se están subdividiendo. Por lo tanto, la lentitud de la replicación de sus células y que todas no mudan al mismo tiempo, protegería a las cucarachas de la mutación. Bueno, son resistentes, pero no tanto, existen otros invertebrados aún más resistentes que ellas, pero de eso hablaremos en otro momento.

 

 

 
No sólo comen, sino que también forman parte de la cadena alimentaria de otros vertebrados e invertebrados, como los alacranes, ranas, sapos, escarabajos, iguanas, lagartijas. Son muy nutritivas, por lo que son un excelente alimento base para animales insectívoros. Son una fuente no convencional de proteína animal que está totalmente desaprovechada y que podría asegurar un potencial alimenticio indirecto. Las tres especies de cucarachas domésticas más conocidas: Blatta orientalis, Blattella germanica, y Periplaneta americana fueron investigadas para evaluar la calidad biológica y nutricional de sus proteínas. Se halló que la cantidad de proteína determinada fue de 58 % y el perfil de aminoácidos esenciales muy similar al recomendado por la FAO. Se determinó que la harina de cucaracha puede sustituir hasta en un 20 % a la pasta de soya en una dieta para pollos.
Algunas avispas parasitarias que son inocuas para los humanos, sin embargo son efectivas en el exterminio de poblaciones de cucarachas. Estas avispas ponen sus huevos dentro de las ootecas (cápsulas de huevos) de las cucarachas y cuando las crías de las avispas nacen, se alimentan de los huevos de las cucarachas. El hongo entomopatógeno también es una forma efectiva en el control de las cucarachas porque sus esporas atacan a las cucarachas y las matan en pocas semanas. La cucaracha afectada por el hongo pasa el parásito a las otras cucarachas, reduciendo o eliminando de este modo la población.
Existen más especies comestibles de cucarachas que de peces y moluscos y, muy al contrario de lo que se cree, son insectos bastante limpios y sabrosos. Los que las disfrutan como delicia culinaria, las tuestan, las ponen a cocer o las cubren en chocolate. Se pueden consumir en pasteles o galletas.
Investigadores mexicanos también se han referido a que las cucarachas pueden ser beneficiosas para la salud humanan en remedios curativos en forma de infusiones, hervidas o secas, para el tratamiento del asma, tos, enfermedades intestinales, disminuir la esterilidad, úlceras, así como en tratamiento de cáncer de riñón, entre otras. Pero también señalaron que el cultivo de estos insectos con estos fines, debe ser higiénico y controlado.
Las cucarachas se encuentran entre los animales más resistentes del planeta, algunas especies son capaces de mantenerse activas durante un mes sin comida o siendo capaces de sobrevivir con recursos limitados, por ejemplo ingiriendo únicamente el pegamento de los sellos de correos. Algunas pueden vivir sin aire durante 45 minutos o ralentizar los latidos del corazón.

 

 

 
Los primeros fósiles parecidos a blatodeos (cucarachas) datan del periodo Carbonífero, hace 354–295 millones de años. Geólogos de la Ohio State University (USA) caracterizaron el fósil completo más grande de una cucaracha que vivió hace unos 300 millones de años, es decir, unos 55 millones de años antes de los primeros dinosaurios, en una zona entonces pantanosa de Ohio. Esta cucaracha fósil es totalmente parecida, algo más grande, que las modernas que viven en los trópicos. De manera que ellas han sido testigos de la evolución del planeta, y se han mantenido casi sin cambios a lo largo de casi 400 millones de años por lo que son consideradas verdaderos fósiles vivientes. Si pudiesen hablar, nos contarían historias increíbles del planeta Tierra, nos relatarían cómo eran los dinosaurios, pues seguro ellas se paseaban entre sus patas y nos dirían también cómo desaparecieron. Nos hablarían de cuándo apareció el hombre y cómo enseguida las adoptó: ¡el periodo de estancia del hombre moderno sobre la tierra es de unos 100.000 años, es decir menos de un tercio de milésima parte que el de las cucarachas!
Curiosidades: 1) Las cucarachas del género Eurycotis, presentan unas glándulas en el abdomen que expelen ante la presencia de sus enemigos, como mecanismo defensivo, una sustancia con un olor muy fuerte que hace que estos desistan de atacarlas, y aunque usted no lo crea, este olor destaca entre algunas cucarachas más olorosas a “perfume de rosas”, como es el caso de los individuos de Eurycotis lacernata, especie que habita en Soroa, Pinar del Río. Probablemente este peculiar olor a perfume esté dado por su alimentación a base de hojas y frutos de pomarrosas que crecen a las orillas del río.
Este olor forma parte de un complejo sistema de comunicación.
2) Expertos en ecología del comportamiento de la Universidad Libre de Bruselas (Bélgica) publicaron un artículo con los resultados de sus observaciones sobre 304 cucarachas, a las que se les colocó un chip en el tórax para ver cómo se comportaban. Una de las hipótesis que barajaron estos investigadores se basó en que las cucarachas utilizan sólo dos informaciones para decidir dónde esconderse: ¿cuánto de oscuro está y cuántos de sus congéneres están allí? Con poca información y pocas interacciones, las cucarachas pueden tomar decisiones complejas. Los investigadores concluyeron que las cucarachas muestran una “personalidad” de grupo pero que cada una en particular posee también una “personalidad” individual. También advirtieron que son individuos independientes, a pesar de ser gregarios. Descubrieron que existen algunas cucarachas tímidas y otras audaces sobre todo cuando están rodeadas de otros insectos.
Podemos concluir, en términos medioambientales, que las cucarachas son una parte esencial del ecosistema al cual le aportan múltiples beneficios. Y en términos de convivencia, han estado a nuestro lado desde siempre, dejándonos que las ofendiéramos y defendiéndose de nuestros ataques, haciéndonos creer que ellas eran las “malas” pero, que no son tan “malas” como las pintan.
Si lo que estás leyendo te ha servido para comprender un poquito mejor a las cucarachas, debes entonces comenzar a tener una mirada más amble hacia ellas. Sí, ya sé que estás pensando… que bueno, pudiera ser, pero que no quieres tenerlas tan cerca como en nuestras casas… bien, al menos permite que puedan vivir felices en la naturaleza.
Por eso, te propongo que la próxima vez que te encuentres con una de ellas, reflexiona sobre su andar evolutivo, su lucha por sobrevivir, y a fin de cuentas, la victoria que han logrado alcanzar. Sustituye ese sentimiento de desprecio y muéstrale algún tipo de respeto.
Recordemos que…“la Naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre”. Sólo hay un modo de que perdure: respetarla y servirla.