La vigilancia del paciente sobre sus medicamentos

27 de mayo de 2016

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Diana García García

 

 

Dice un conocido refrán que vista hace fe y en materia de medicamentos esto no deja de ser cierto. La apariencia de un medicamento es característica y no acostumbra a variar de un día para otro. Mucho menos en países como el nuestro, donde se comercializan mayormente medicamentos genéricos, ya que en aquellos donde también existen los de marca, puede existir mayor variabilidad en las imágenes de los productos medicinales que comercializan los distintos fabricantes.
Algo básico para toda persona que acostumbra a consumir un medicamento de manera habitual, es estar familiarizado con la forma, el tamaño, el color, el olor y el sabor de su medicamento. Conocerlo le permitirá identificar rápidamente cualquier variación que pudiera existir y acudir de inmediato en busca de consejo,ya sea con su médico o con el propio farmacéutico.
Tan importante como saber identificar la apariencia normal de los medicamentos, es también conocer su efecto y duración, las incompatibilidades farmacológicas y alimentarias que pueden existir, así como los posibles efectos adversos que pudieran presentarse tras su administración.
Todo ello resulta muy importante para el paciente y puede ser de gran ayuda para el médico en caso de presentarse complicaciones durante el tratamiento, ya que las alteraciones de las características físico-químicas usuales del medicamento pudieran ser indicativas de un problema de calidad. Por su parte, otras diferencias notables en el efecto del producto o en los efectos adversos que produce, pudieran estar relacionadas con la presencia de otros tipos de fallas, hasta ese momento inadvertidas,por ser más difíciles de detectar durante la etapa de fabricación.
Es por esto que el paciente, como usuario final del medicamento, tiene un rol importante que desempeñar. Su relación con él no puede ser en absoluto pasiva. Es muy necesario que aprenda a conocer todo lo relacionado con sus características y efectos,para que pueda darse cuenta de inmediato cuando existe algún problema. Esto le permitirá acudir sin pérdida de tiempo en busca de consejo profesional y evitar ponerse en situaciones de riesgo.