La vigencia de los principios y enseñanzas de la Edad de Oro
12 de julio de 2019
|
En julio de 1889 salió el primer número de la revista La Edad de Oro, que fuera concebida y elaborada por José Martí y destinada de manera muy esencial a los niños. Fue un gran reto.
Si bien es cierto que desde la etapa de su juventud había incursionado en el periodismo y que ya cuando encaró ese proyecto era un hombre con experiencia en tal sentido, es digno tener en cuenta que esta revista constituía algo muy diferente a lo que había hecho y que además le era necesario encontrar una forma original que le sirviera para establecer la debida comunicación con los infantes y jóvenes lectores de la citada publicación.
En la nota introductoria que le hizo a La Edad de Oro, Martí especificó los objetivos que perseguía al plantear: “Este periódico se publica para conversar una vez al mes, como buenos amigos, con los caballeros de mañana, y con las madres de mañana; para contarles a las niñas cuentos lindos con que entretener a sus visitas y jugar con sus muñecas; y para decirles a los niños lo que deben saber para ser de veras hombres.”
También llegó a enfatizar: “Para los niños trabajamos, porque los niños son los que saben querer, porque los niños son la esperanza del mundo.”
Expresó además cómo deseaba ser recibido y recordado por los niños que leyeran La Edad de Oro: “Lo que queremos es que los niños sean felices, como los hermanitos de nuestro grabado; y que si alguna vez nos encuentra un niño de América por el mundo nos apriete mucho la mano como a un amigo viejo, y diga donde todo el mundo lo oiga: “¡Este hombre de La Edad de Oro fue mi amigo!”.
Como un buen padre que conversa con sus hijos y con palabras sencillas y láminas Martí trata con los niños acerca de cuanto ellos necesitaban o desearan saber y les hace referencia a diferentes cosas útiles.
Editada por el brasileño Antonio Da Costa Gómez, La Edad de Oro fue una publicación mensual de recreo e instrucción.Sólo aparecieron cuatro números entre julio y octubre de 1889. Dejó de salir al presentarse una contradicción entre Martí y el editor con respecto al contenido de los materiales que debían incluirse en la citada revista.
En las cuatro ediciones de La Edad de Oro, Martí incluyó cuentos, fábulas, poemas, crónicas y reseñas de diferentes lugares así como una sección titulada “La Ultima Página” en la que expuso reflexiones sobre el contenido de los principales trabajos incluidos en la publicación y además ofrece consejos muy útiles a los niños.
Tanto en los trabajos, cuentos, poemas, fabulas y en la sección La última página Martí fue detallando conceptos de gran significación que mucho podrían contribuir a la debida formación y desarrollo de los infantes.
Él trató acerca de aspectos tan esenciales como la igualdad de los seres humanos, sobre los héroes, la libertad, la educación, la muerte, el talento, la realización de buenas acciones, por citar tan sólo estos temas a manera de ejemplo.
Por ejemplo en el trabajo inicial titulado “Tres Héroes”, correspondiente al primer número de La Edad de Oro, expuso: “Libertad es el derecho que todo hombre tiene a ser honrado, y a pensar y a hablar sin hipocresía.”
También Martí afirmó: “Un hombre que oculta lo que piensa, o no se atreve a decir lo que piensa, no es un hombre honrado.”
Igualmente precisó: “En el mundo ha de haber cierta cantidad de decoro, como ha de haber cierta cantidad de luz.”
Y con respecto a cómo debían actuar los la sección “La última página” detalló: “El niño, desde que puede pensar, debe pensar en todo lo que ve, debe padecer por todos los que no pueden vivir con honradez, debe trabajar porque puedan ser honrados todos los hombres, y debe ser un hombre honrado. El niño que no piensa en lo que sucede a su alrededor, y se contenta con vivir, sin saber si vive honradamente, es como un hombre que vive del trabajo de un bribón, y está en camino de ser bribón.”
En la sección “La Última página” correspondiente a ese primer número de La Edad de Oro Martí planteó lo siguiente al referirse a la utilidad de la poesía: “Los versos no se han de hacer para decir que se está contento o se está triste, sino para hacer útil al mundo, enseñándole que la naturaleza es hermosa, que la vida es un deber, que la muerte no es fea, que nadie debe estar triste ni acobardarse mientras haya libros en las librerías, y luz en el cielo, y amigos y madres.”
A 130 años de haber sido editada esta revista, varios decenios más tarde agrupada las cuatro ediciones en forma de libro, La Edad de Oro sigue siendo fuente de motivación y enseñanza.
Acerca de ello se han referido prestigiosos investigadores y escritores que han coincidido en destacar la vigencia que tiene en la actualidad lo expuesto por Martí en esta publicación.
Por ejemplo el profesor y periodista español que vivió durante muchos años hasta su fallecimiento en Cuba Herminio Almendros señaló en su libro Nuestro Martí, elaborado por la Editorial Pueblo y Educación, en el año 2002: “¿Quién escribía La Edad de Oro? Nadie más que Martí la escribía. La revista era mensual. Llevaba dibujos de buenos dibujantes; pero cada mes tenía que preparar Martí las treinta y dos páginas de bastante texto que tenía la revista. ¿Cuándo podía escribir tanto y de tan diversos temas? No pensaba dejarla, sino continuar con ella; lo que quiere decir que se comprometía a escribir para llenar treinta y dos grandes páginas un mes tras otro, él solo, además de los artículos que tenía que enviar a diferentes países. Es una formidable tarea que parece imposible si no es en manos de este hombre genial, para quien el trabajo de servir y la consagración de amor no tienen límites.”
La Edad de Oro, desde la segunda mitad del siglo XX hasta la fecha, ha estado al alcance de las distintas generaciones de niños, adolescentes y jóvenes cubanos.
Precisamente ha sido uno de los libros más reeditados y vendidos en nuestro país e incluso se ha editado con ilustraciones de destacados artistas plásticos y también se ha ofrecido en forma de multimedia con datos y materiales complementarios.
Galería de Imágenes
Comentarios