¡La Tebaldi en La Habana! (II)
27 de enero de 2025
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Su debut en el Auditorium, a lleno completo, ocurrió el 13 de junio de 195, fecha de inicio de la corta temporada de ópera para abonados. Se 1presentó con “La Traviata”, de Giuseppe Verdi, secundada por el 9t9enor Brian Sullivan y el barítono Walter Cassel, con la orquesta5/ bajo la dirección de Alberto Erede.
Muy comentado fue el hecho de que esa noche el teatro estrenó sus nuevos decorados expresamente confeccionados para estas funciones, y el elenco hizo otro tanto con el nuevo vestuario.
Una segunda presentación de la Tebaldi tuvo lugar el 21 del mismo mes, en “Tosca”, de Giacomo Puccini, con el tenor Barry Morell y el barítono Cassel, la orquesta la condujo Fausto Cleva. En la edición del siguiente día, el “Diario de la Marina” comentaba que la soprano “recibió la más calurosa y prolongada ovación oída jamás en nuestro Auditorium”.
En la función de despedida interpretó “Aída”, de Verdi, junto a Roberto Turrini y la mezzosoprano Nell Rankin. De nuevo Cleva llevó la batuta, ahora con el apoyo de Paul Csonka en los coros y de Alberto Alonso en el ballet.
Las actuaciones en la capital cubana de la “Voz del Siglo”, -como también se le llamó-, en pleno auge de su carrera, representaron, ante todo, un importante triunfo para la cantante, pues algunos críticos expresaron que entre las figuras acompañantes, todas de un reconocido prestigio, se notó, sin embargo, un marcado desnivel profesional.
Por cierto, dicen que en 1968, terminó la legendaria rivalidad –para algunos más ficticia que real- entre las dos míticas sopranos, la Tebaldi y la Callas, cuando esta última asistió a una función de la Tebaldi en el Metropolitan de Nueva York, y ya en el camerino, se abrazaron y dieron a los fotógrafos allí presentes la ocasión única de preservar esta imagen para la remembranza.
“Cantar me ha permitido expresar lo más profundo de mi alma. Recibo cartas del mundo entero, se me para en la calle para decirme gracias. Es la recompensa de todos los esfuerzos que he realizado”, confesó en una entrevista la que fuera una de las cantantes más renombradas del mundo en todas las épocas, y cuyas presentaciones en junio de 1957 serían siempre recordadas en La Habana por los amantes de la ópera.
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