La sostenibilidad social como eje transversal del proceso de rehabilitación social
4 de diciembre de 2015
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Cuando se habla de sostenibilidad social se hace referencia a la atención a las necesidades de la población puede insertarse en el concepto de sostenibilidad social. Con ello se hace referencia a las acciones sociales, que a través de la participación ciudadana, se dirigen a la solución de problemas sociales y al logro de la equidad, a través de un amplio acceso a una diversidad de servicios culturales, programas de atención a grupos vulnerables; generación de gran cantidad de puestos de trabajo, directamente relacionados con el proceso de recuperación de los centros históricos y priorización de los residentes en el territorio. Presenta un vínculo estrecho con la sostenibilidad económica y sus resultados deben perdurar en el tiempo.
Desde los años treinta del siglo pasado se han redactado documentos internacionales (cartas, manifiestos) acerca de la preservación de los bienes patrimoniales. Entre todos ellos resulta oportuno destacar la Confrontación de Bolonia redactada en 1974. En ella se acotan una serie de presupuestos para reconocer la dimensión social de la recuperación de los centros históricos, la necesidad de garantizar viviendas y servicios a los sectores medios de la población y la permanencia de sectores de bajos ingresos, así como el control del precio de los alquileres.
También pueden mencionarse otros documentos como la Carta de Machu Picchu, de 1977; la declaración de Bogotá, de 1978 y la Carta de Metrópolis, Brasil de 1987. Todas incluyen recomendaciones que apuntan a temáticas importantes a considerar en el concepto de sostenibilidad.
Estos documentos constituyen una guía para el accionar en los Centros Históricos con un carácter integral. En este proceso la sostenibilidad social debe atravesar todos los programas, planes, proyectos, programas y propuestas que se generen.
La Dra. Patricia Rodríguez plantea que la consideración de la sostenibilidad social como una de las temáticas emergentes de la gestión urbana a desarrollar en los centros históricos se debe a que “se precisa resolver graves conflictos sociales involucrando a la ciudadanía y dar carácter de equidad al proceso de desarrollo”.
Aplicado a las acciones que se realizan en los Centros Históricos, este concepto apunta hacia la permanencia de estas a pesar del cambio del gobernante de turno, así como, contar con elementos de evaluación que permitan decidir la adecuación o falta de sostenibilidad de determinada institución, política o acción .
Al considerar la sostenibilidad social como un eje transversal del proceso de rehabilitación de los centros históricos la población es incluida en todas las acciones, ya sea como beneficiaria, como participante activa de los procesos que se ejecutan (a través del empleo o contribuyendo en los procesos de toma de decisiones, entre otros) o como generadores de iniciativas novedosas que enriquezcan el proceso.
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