La risa es salud
20 de junio de 2014
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Les hablaba recientemente de la felicidad, la alegría de vivir y mencionaba la risa, así que hoy continúo con los beneficios de la risa para la salud. Sí, no ponga cara de incredulidad que el acto de reír tiene tantos efectos positivos que usted no se imagina y que me voy a dar el gusto de decirle, esperando que se vaya riendo mientras lea y así tendré la dicha de haber contribuido a su bienestar y a que tenga una larga vida.
La risa tiene probados beneficios para su espíritu, lo cual es a lo primero que me voy a referir porque es mi campo, ya que la risa verdadera, no esa superficial que solo enseña los dientes, sino que me refiero a la capacidad de reír porque está alegre, lo que significa que es capaz de ver la vida en positivo. Por lo tanto excluyo la sonrisa cínica, la burlesca, la sardónica, la risa triste y habría que analizar esos que dice que ríen para no llorar, porque si se comporta así, porque sacó provecho del error, del problema, entonces apruebo que se ría, no así si es solo un estereotipo para que los demás “no se den el gusto de verlo derrotado”, porque si estoy defendiendo a la risa, también creo que las emociones negativas como la tristeza son válidas y tienen un espacio en la vida, si tienen un fundamento real. Debo apuntar una vez más que no entiendo a la hiena, ya saben…. come carroña, tiene sexo una vez al año, vive en lugares recónditos y se ríe ¿de qué se ríe? Así que ¡cuidado! y sea capaz de reír con propiedad, es decir, desde adentro, con sinceridad. Por otra parte, en lo puramente físico también reír es un buen ejercicio porque se tienen que mover tantos músculos que la cara se favorece con el ejercicio y puede ser un inhibidor del dolor. ¿Acaso nunca ha dicho? “Me has hecho reír tanto que hasta el dolor de cabeza se me ha quitado”, por lo que se puede considerar un relajante muscular. No es extraño decir entonces que la risa es el mejor rejuvenecedor que existe, y ninguna crema, loción, poción o cuantos métodos existen le puede ganar. Otra cosa es que le abre las puertas a las buenas relaciones interpersonales de todo tipo, porque si al conocer a alguien, este sonríe sinceramente cuando le da la mano y nos mira a los ojos, eso provoca inmediatamente una conexión de confianza y agrado, y si nos preguntan después de esa persona, aún cuando no hayamos tenido un trato posterior, decimos “es una persona agradable, da la impresión de calidez y sinceridad”. Incluso en la posibles relaciones transitorias (que no son para mantener una amistad, establecer una relación amorosa o de trabajo) también uno está más dispuesto a mantener esa relación, si la risa es un intermediario, ya sea si llega al supermercado o llega a una entrevista cualquiera o a la consulta del médico y le atienden sonrientes, incluso con aquel que compartió el taxi. Pero para reír de verdad hay que buscar fuentes de alegría, que son los amortiguadores que nos protegen de los momentos difíciles y los tragos amargos. Le propongo un ejercicio y es que piense en momentos negativos de su vida que hayan pasado hace tiempo y le provocaron tristeza, ira, desánimo, desesperanza, ansiedad, sentimientos de derrota, en fin, cualquier tipo de emociones negativas y evalúelos nuevamente, y estoy segura que muchos de ellos le causarán risa y otros le serán indiferentes, y en general casi todos serán vistos desde otra perspectiva, y se preguntará cómo es posible que haya sufrido por algo que no lo merecía y entonces ese es el momento de reír y ser feliz, porque como dijo Sócrates la alegría del alma forma los bellos días de la vida.
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