La posología de los medicamentos
29 de julio de 2016
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Cada vez que se prescribe un tratamiento farmacológico, es preciso cumplir una “pauta” para administrar cada dosis del medicamento. El tiempo que transcurre entre una y otra toma o administración del fármaco se denomina “intervalo de dosificación” y el “esquema” que se sigue para administrar la dosis terapéutica del fármaco entre la unidad de tiempo, es lo que se conoce como “posología”.
El intervalo de dosificación de un medicamento no se fija arbitrariamente, sino que responde a las características farmacocinéticas del fármaco. Esto significa que para la administración se toma en cuenta el modo en que las cantidades del principio activo o sus metabolitos evolucionan temporalmente en los fluidos biológicos del cuerpo como son la sangre o el plasma, en los órganos como el hígado o los riñones y en las excretas como son la orina o el sudor.
Cuando se incumple la posología indicada para la administración de un medicamento pueden ocurrir eventos negativos para la salud. En el caso de que se acorte el intervalo de dosificación se puede estar corriendo el riesgo de sufrir una intoxicación, ya que la cantidad de fármaco presente en el organismo es superior a la requerida para obtener el efecto deseado de forma eficaz y segura.
En cambio, cuando el intervalo de administración se extiende, existe el riesgo de que el fármaco pase a encontrarse a dosis sub-terapéuticas en el organismo, a las cuales no es posible obtener el efecto deseado. Ya sea este, el fin curativo, paliativo o diagnóstico que motivó la indicación del medicamento.
Es por ello que resulta tan importante cumplir la posología apuntada por el doctor en el método de administración del medicamento que prescribe. Tenerlo siempre presente será un indicativo de que el medicamento está siendo usado de manera correcta, lo cual es un requerimiento indispensable para que su administración resulte eficaz y segura.
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