La polenta italiana
15 de abril de 2016
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Se elabora este plato simple y antiguo con harina de maíz. En la Roma antigua ya era consumido. Originalmente se hacía con cereales tostados, triturados y hervidos a los que se les incorporaban las carnes y los vegetales disponibles.
Se dice que en los apuntes atribuidos a Leonardo de Vinci (siglo XVI), aparece la receta de polenta con repollos. Para Leonardo existían tres alimentos con los cuales el hombre podría sobrevivir si no tuviera otros: la polenta, las aceitunas y las patas de rana. Sin embargo, en otra oportunidad reflexiona: “Estoy melancólico porque estuve mirando todo el día varios platos de polenta ¡Dios mío, se ven tan tristes!”.
Tiempo después llegó a Italia el gran americano: el maíz, y ya nadie pudo deprimirse ante un plato de polenta dorada y apetitosa. Desde entonces, señorea en la cocina casera del norte de Italia, donde se sirve con salsas de todo tipo, como acompañamiento de carnes, aves y también, mezclada con otras harinas en tortas y panes regionales.
Una forma de comerla es haciendo la polenta, cocida con agua o caldo, estirada en una fuente amplia con unos 2 o 3 cm de alto y ya fría, se corta en bastoncitos, cuadrados o círculos, se los unta con aceite de oliva y se doran a la plancha o a la parrilla para acompañar carnes grilladas.
Receta tradicional de la polenta
• 6 tazas de Agua o caldo
• 2 cucharaditas de sal
• 1 cucharadita de aceite de oliva
• 2 tazas de harina de maíz
Procedimientos:
Mezclar bien los ingredientes en una cazuela amplia. Tapar y colocarlo al fuego para cocinar durante 10 minutos, revolviendo a mitad del proceso y al final del mismo. Cubra nuevamente y continúe la cocción durante 5 minutos hasta que la preparación adquiera la consistencia de un puré espeso. Moldee la polenta en un recipiente húmedo por espacio de 5 minutos.
Desmolde sobre un plato de madera y sirva acompañada con la salsa o guarnición de su preferencia. Puede agregar 2 cubitos de caldo al agua fría, los que se integrarán sin problema al revolver durante la cocción. En ese caso suprima la sal. Esta polenta se puede servir con queso parmesano por encima, mezclarla mientras se hace con un puré de espinacas, para dejarla verde y saborizada, o con un buen ragú de cordero o cerdo.
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