La polémica entre la economía verde y la economía ecológica II parte

12 de agosto de 2013

En los últimos 100 años la sociedad lentamente ha comenzado a interpretar el medio ambiente como un  bien a ser protegido en lugar de una frontera a ser conquistada.
Anne Wallis Haynie

Las consideraciones de la economía respecto a la naturaleza, el medio ambiente y la búsqueda de la sustentabilidad han presentado diferentes aspectos muy polémicos en la sociedad actual. En la primera parte de este trabajo se presentó la base de esta polémica y la descripción de lo que se conoce como economía ambiental, en el presente artículo el tema central es la economía ecológica que tiene un enfoque diferente a la economía clásica y a la economía verde o ambiental.

La economía ecológica se puede considerar como una crítica ecológica de la economía convencional. Es un nuevo enfoque sobre las interrelaciones dinámicas entre los sistemas económicos y el conjunto total de los sistemas, físico y social.
Según nos recuerda el especialista español, pionero, estudioso y divulgador de la economía ecológica José Manuel Naredo: “Hoy día el objetivo de empujar la economía de las sociedades humanas hacia bases más «sostenibles» es asumido con generalidad en los documentos de los organismos y agencias internacionales con compe-tencias económicas, a la vez que la «economía ecológica» se define como la «ciencia de la gestión de la sostenibilidad»”

La economía ecológica para comprender el problema de la sustentabilidad toma como elementos centrales la discusión de la equidad y la distribución, la ética y los procesos culturales. Considera como prioridad la utilización ecológica de los recursos naturales.
Es, una visión sistémica y transdisciplinaria con un nuevo enfoque sobre la economía que no considera las ganancias como único objetivo de la economía, ni el aspecto financiero como el único importante.
En ella se  entiende que la economía no es una actividad que sólo utilice bienes ambientales o recursos naturales de manera aislada, sino que es una actividad económica centrada en la utilización de los ecosistemas.
Mientras la economía tradicional presupone que las ganancias siempre pueden crecer sin límite. La economía ecológica considera las limitaciones y características del sistema físico en el que se desarrollan los procesos sociales.
Entonces la economía ecológica se basa en  algunas nociones biofísicas fundamentales, como las leyes de la termodinámica que señalan que es imposible generar más residuos de los que pueda tolerar la capacidad de asimilación de los ecosistemas, o sea su capacidad portante, capaz de mantener la vida. También señala que es imposible extraer de los sistemas biológicos, más de lo que puede ser considerado como su rendimiento sustentable o renovable.

La economía ecológica recomienda: usar los recursos renovables (como pesca, leña), en un ritmo que no debe exceder su tasa de renovación, usar los recursos agotables (como el petróleo, el carbón), en un ritmo no superior al de su substitución por recursos renovables y tiene en cuenta que solo se puede  generar residuos en la cantidad que el ecosistema sea capaz de absorber, asimilar o reciclar.
La conservación de la  diversidad biológica es otra de las recomendaciones de la economía ecológica, ya que la complejidad y diversidad de los sistemas le da más estabilidad ante los cambios en el entorno.

Así la economía ecológica es una disciplina para la cual la escala de la economía, está limitada por los ecosistemas y que al mismo tiempo entiende que gran parte del patrimonio natural no se puede sustituir por el capital hecho por los humanos, el dinero y los créditos no se pueden comer o utilizar para limpiar la atmósfera o mantener la vida de las especies.
La economía ecológica propone como alternativa para medir la sustentabilidad ecológica, el desarrollo de  indicadores biofísicos en lugar de los actuales indicadores económicos, monetarios.
José Manuel Naredo también nos recuerda que: “El hecho de que la Tierra sea un sistema abierto en energía, pero cerrado en materiales —salvo el fenómeno afortunadamente poco importante de los meteoritos—, unido a que, por lo general, resulta bastante más fácil convertir materiales en energía que energía en materiales, hace que la gestión de éstos sea a largo plazo el problema económico más delicado, tanto desde el punto de vista de los recursos, como de los residuos, …, la mayor entropía o desorden referente a los materiales está relacionada … con el aumento de la temperatura ambiente originado por la contaminación térmica que trae consigo el uso de los combustibles fósiles disponibles en la corteza terrestre, siendo el «calentamiento global» y el «agujero» en la capa de ozono las expresiones actuales más preocupantes del deterioro de la habitabilidad del planeta relacionadas con las dos caras de la irreversibilidad antes mencionadas.

También cuestiona el sistema socioeconómico, es decir, los factores económicos, sociales e institucionales, que están a la base de los problemas ambientales y de la forma de gestionarlos. Por eso interpreta la actividad económica y la gestión ecológica como parte de un proceso global en el que todos los factores deben ser tenidos en cuenta por igual, tanto en su estado actual y su desarrollo histórico como en sus tendencias futuras.
La Economía ecológica Plantea una conducta responsable, ya  que el sistema socioeconómico modifica los sistemas biológicos, por lo que  está a su vez obligado a adaptarse y tratar de mitigar  los cambios que ha introducido en esos sistemas.
De no tener una actitud responsable, no comprendería los efectos sobre los ecosistemas y sería  incapaz de usar (explotar, mantener y conservar) adecuadamente estos ecosistemas. Por eso, necesita crear nuevas instituciones, nuevas leyes, reglas y normas sociales de comportamiento que tengan en cuenta y se ocupen del uso adecuado y la preservación de los ecosistemas.
La economía ecológica pone énfasis en los conflictos ecológicos de distribución ahora y su impacto en el futuro. Para ella, la sustentabilidad ecológica de la economía es la cuestión central, contrariamente a la economía tradicional que hace del crecimiento económico su primera preocupación. La economía ecológica investiga aspectos que quedan ocultos por un sistema de precios que infravalora la escasez y los perjuicios ambientales y sus repercusiones sobre el presente y el futuro.
Un aspecto muy importante es que la economía ecológica llama la atención sobre los ritmos de tiempo diferentes entre la dimensión económica y el impacto físico y  biogeoquímico sobre el ambiente por lo que considera necesario  frenar y disminuir el flujo de energía y de materiales del entorno de la manera ineficiente en que lo hace la economía tradicional generando grandes cantidades de desperdicios y basura inutilizable.
La economía ecológica tiene bases biofísicas, y basa sus razonamientos y proposiciones  en las energías del sol y sus derivadas. Por eso investiga los rendimientos decrecientes en términos físicos, que quedan ocultos por el sistema de formación de precios, por ejemplo, el creciente costo energético que representa conseguir energía dura no renovable, como el incremento de los precios del petróleo y las nucleares, mientras las energías de fuentes renovables aparecen gratis en la naturaleza.

“Habida cuenta que los organismos, en general, y los hombres muy particularmente, necesitan degradar energía y materiales para mantenerse en vida, el único modo de evitar que ello redunde en un deterioro entrópico de la Tierra pasa por articular esa degradación sobre el único flujo de energía renovable que se recibe, el procedente del sol y sus derivados, manteniendo un reciclaje completo de los ciclos de materiales, tal y como ha ejemplificado ese fenómeno tan particular de la fotosíntesis, que permitió el desarrollo de la biosfera y de la especie humana” ha declarado Naredo al referirse al papel de las fuentes renovables de energía en las consideraciones de la economía ecológica y añade: “La cuestión estriba en que la economía de los hombres sepa aprovecharse de la energía solar y sus derivados renovables para cerrar los ciclos de materiales, posibilitando que los residuos se conviertan otra vez en recursos y evitando el progresivo deterioro de la corteza terrestre que actualmente se opera por dispersión de recursos y contaminación de residuos.”
La actividad económica en general se alimenta de tres fuentes de energía:
El flujo constantemente renovado de energía solar directa Este flujo es permanentey la actividad economica puede usarlo sin agotarlo ni destruirlo.
Depósitos de energías fósiles (carbón, petróleo, gas). Provienen de la energía solar de épocas geológicamente remotas. En otras palabras, es energía solar que ha sido captada y se ha depositado en los suelos de la tierra a través del tiempo.
Portadores de energía nuclear, formados con el sistema solar, tienen la energía antigua de formación de los elementos que al extraerse se hace a partir de la masa de los portadores incrementan el calor ambiental y los contaminantes radiactivos.

La economía ecológica en específico brinda una visión energética en la que considera a la economía como un subsistema abierto dentro de la biosfera, a la vez que da una descripción física de la economía usa y entiende un sistema de energía y materiales, dependiente del funcionamiento de la biosfera mientras considera que existe un sistema que produce residuos (calor disipado y residuos materiales).

La economía ecológica, pone énfasis en analizar los riesgos tecnológicos e impactos ambientales tomando en consideración sus aspectos de incertidumbre y sorpresa, explícitos en los resultados negativos inesperados, que pudieron haber sido previstos, como los daños irreversibles al ambiente en caso de catástrofes que involucren centrales nucleares o derrames de petróleo.
Pero además de estas consideraciones, una economía ecológica reconoce que la racionalidad económica y la racionalidad ecológica por sí solas, son insuficientes para llegar a decisiones correctas sobre los problemas ecológicos y económicos. Y propone una economía politizada, en la cual las decisiones sobre los límites ecológicos de la economía, estén basados en debates científico-políticos de carácter democrático.