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La memoria hace trampas

5 de junio de 2015

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portada1 (Small)Se publica poco y a destiempo, o se ignora lo evidente y su trascendencia. Esa es una práctica indeseable que afecta a la Narración Oral. Arte de los pueblos, cultura mayor y de raíces hondas si las hay. Los medios pueden usurpar la realidad o recortarla, o inventarla, creando escenarios de ficción y jerarquías de humo. Por suerte, el centenario de Haydeé Arteaga y la sensibilidad de Ricardo Alonso, hicieron que la Web Cubarte pusiera la nota de excepción. Gratitud al periodista y al medio.
Pero, y siempre hay uno, creo que deberíamos entrar en los detalles que se muestran o que se esconden en un texto que aparenta reseñar el homenaje, pero que introduce elementos de opinión no verificados y, en nuestra opinión, insostenibles.
La Señora de los Cuentos apenas fue el motivo del texto, pues de inmediato, el periodista le da la palabra a la organizadora del agasajo y ella comienza a hablar del Festival Contarte, improvisando un ejercicio que intentaba ordenar la historia contemporánea de este arte. Y allí es cuando se crean los entuertos. Ser protagonista de los hechos y contarlos en primera persona es peligroso, cuando se confunde lo deseado y lo imaginado, la Verdad y las verdades, lo real y lo fantástico. Y es que la memoria hace trampas, o tiene sus propios modos y accidentes.
Elvia Pérez dice: “En este momento el festival (se refiere al suyo, a Contarte) es el segundo más antiguo del país, el primero es el que dirige Francisco Garzón Céspedes que se hizo desde 1986 -el nuestro se fundó en 1988- y estuvo unida Mayra Navarro, quien posteriormente fundo su propio evento «Primavera de cuentos». O sea, que por antigüedad es importante, y por lo que aportó al movimiento de narración oral en Cuba, en el momento que surgió en nuestro país solo existía ese festival, con un único modo de hacer la narración oral desde la ortodoxia; o sea, solo vestidos de negro o blanco, sin ningún elemento, con luces blancas y nada más que la voz y el gesto del narrador. La oralidad es la madre de todo, y en ella caen muchas otras artes, la narración oral es una de las tantas formas de la oralidad artística”.
Estoy seguro que Elvia Pérez Nápoles, sin mala fe y sin intenciones aviesas, olvida que en 1988 no existían los eventos ni la Cátedra Iberoamericana Itinerante de Narración Oral Escénica (CIINOE), que el primer Festival Nacional de Narración Oral Escénica lo hicimos en Camagüey en 1989, con motivo del 2do aniversario de La Peña del Brocal, que después vinieron acciones puntuales pero no eventos de continuidad, hasta que en los 90 del pasado siglo se empezaron a hacer los Talleres y Festivales en el Gran Teatro de La Habana, que organizaban Garzón Céspedes y Mayra Navarro, pero que el peso de la producción descansaba en la Navarro, pues ya el fundador residía permanentemente en México; olvida que la Bienal Internacional de Oralidad de Santiago de Cuba, fundada por mí y por Fátima Patterson en septiembre de 1997, es el evento que se separa definitivamente de la corriente garzoniana y abre las puertas a las nuevas tendencias internacionales de la Narración Oral. Muchos narradores habaneros se negaron a viajar a Santiago de Cuba para no molestar a terceros con historia y cierto poder. Allá fueron solo Manolo Martínez, Roberto Cruz, Ury Rodríguez, Virginia López, y los narradores santiagueros, junto a la UNOES de Venezuela y LA CARÁTULA de Antonio González, con Cristina Maciá y José Manuel Garzón, y un grupo de narradores orales extranjeros. La Bienal de Santiago va para su novena edición, y esos significan dieciocho años de acción y vida.
Olvida la directora de Contarte que fue la Bienal de Santiago de Cuba la que aportó, en 1999, la primera representación internacional que tuvo su festival, que ya iba por dos ediciones, así que no pudo haberse creado en 1988, pues ni siquiera su fundadora se había sumado en los ochenta al circuito de narradores orales. Olvida o ignora que su maestra Mayra Navarro, al dejar de representar a la CIINOE, continuó los festivales, cambiándoles de nombre y sin depender de la intromisión exterior. Era y es el trabajo de la Navarro quien sostiene el evento. Primavera de Cuentos es el nombre que, en una etapa nueva, da continuidad a los eventos que se hacían en el Gran Teatro de La Habana.
CONTARTE tiene su historia, relevancia y mérito propio. No hay que poner vericuetos cuando el camino es público y documentable. Sabemos que la Cátedra Cubana de Narración oral, que la Sección de Narradores orales de la UNEAC, entre otras muchas realidades valiosas, son obra suya. Pongamos las palabras en orden y de seguro nacerá un cuento, un relato, una historia, recta y veraz. Sin trampas.
Confiemos que la premura y la emoción del jubileo en memoria a nuestra narradora oral más longeva, jugara una mala pasada a la entrevistada, o que se confundieron las fechas y los números en algún grabador u ordenador. De lo contrario el asunto entra en el terreno de la ética, y eso ni siquiera lo imaginamos como escenario posible.

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Apoyo totalmente lo que manifiesta Jesús Lozada pues yo soy parte de esa historia.Un gran abrazo Jesús / 9 de junio de 2015

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