La manzana de los Cuatro Caminos

7 de noviembre de 2019

|

Yamira Rodríguez Marcano

 

En la manzana comprendida entre las calles Monte, Matadero, Cristina y Arroyo, se construyó el Mercado Único de Abasto y Consumo de La Habana en 1920, sin embargo, la conformación del sitio data de siglos anteriores. Asimismo, los nombres de sus calles están relacionados con el desarrollo del lugar y sus alrededores; de ahí que sea conocida por muchos como “la manzana de los Cuatro Caminos”.

Por la Calzada de Monte tiene el Mercado uno de sus dos accesos principales. Recibió este nombre porque conducía desde la ciudad al campo o monte, y también porque por ella se iba al ingenio, luego devenido barrio de Jesús del Monte. En 1736 estaba pavimentada hasta la calle del Carmen, y en 1760 se sembraron ceibas por sus dos aceras, debajo de las cuales se situaban las negras y los baratilleros para vender sus mercancías a los transeúntes.
Desde la esquina de la calle del Carmen hasta la de la Orqueta, “era una ciénaga poblada de Mangles atrasando por un brazo de mar que llegaba hasta medio de la calzada de la infanta por el cual navegaban buques de alto bordo”, según la describe José María de la Torre en 1857. Salvando el paso de las aguas existía un puente, al otro lado del cual continuaba la arteria. Precisamente desde este puente conocido como de Chávez hasta el depósito del Consulado, la calle se llamaba Calzada del Horcón por un horcón que servía de hito o señal a la estancia de Don Manuel González. El inmediato barrio del Pilar también se llamaba entonces Horcón, hasta el año 1852.

 

 

La calzada, que termina en el Cerro, se llamó también Príncipe Alfonso, por Alfonso de Borbón, después rey de España con el nombre de Alfonso XII (1874-1885). Por acuerdo del 10 de junio de 1902, el Ayuntamiento le dio el nombre del Generalísimo Máximo Gómez, quien hizo su entrada a la capital por esta calle, al frente del Ejército Libertador, el 24 de febrero del año 1899. Conserva este nombre hasta la actualidad.
La calle Matadero, es una de sus laterales, comienza en la Calzada de Cristina y termina en Flores. Debe su nombre a un matadero establecido allí desde el siglo XIX
La Calzada de Cristina es junto a Monte una gran vía por la que se accede al Mercado. Se abrió en 1832 y recibió su nombre en honor a la reina María Cristina, casada con Fernando VII en 1829. Comienza en la terminación de las Calzadas de Vives y Belascoaín y concluye en la de Jesús del Monte, hoy Calzada de 10 de Octubre.
Originalmente, todo el espacio que ocupa Cristina era una marisma, que poco a poco se fue secando para luego crear la calle que facilitaba el camino a la barriada de Jesús del Monte. Junto a la calzada se fabricó un puente con igual nombre, por debajo del cual pasaba el llamado arroyo del Matadero o de Chávez, que iba a desembocar en el fondo de la bahía. El puente tenía cuatro pilares decorados con inscripciones alegóricas a su fabricación.

 

 

Por acuerdo número 8, del 21 de noviembre de 1921, el Ayuntamiento de La Habana la nombró Avenida de México, correspondiendo al acuerdo adoptado por el Concejo Municipal de la ciudad de México de denominar República de Cuba a una de las calles de esa capital. Hasta el día de hoy mantiene este nombre.
Arroyo por su parte, es la calle que sigue el curso del antiguo arroyo del Matadero que desembocaba en el fondo de la bahía, y fuera canalizado totalmente en el siglo XVIII. No obstante, se conoce que desde 1641 un puente de madera unía los terrenos de esta zona separados por el brazo de mar, conocido entonces por Puente Nuevo luego de Chávez, por Don Miguel de Chávez, administrador de Rentas Reales, a quien se le debió una de sus reconstrucciones.
El agua de este arroyo pasaba por el matadero ubicado en las cercanías y arrastraba consigo todos los restos del ganado que allí se sacrificaba, lo que daba a las aguas un color rojizo unido a un olor nada agradable. Al arroyo también se le decía de Chávez, por el nombre del puente, y poéticamente algunos intelectuales se referían a él como el purpurino de Chávez. Entre 1796 y 1799, a iniciativa del Real Consulado, se reconstruyó de mampostería.
Cuando fue desecado todo el arroyo, el puente perdió su función y fue retirado, y se abrió el eje vial. A esta calle se le decía también Manglar, por ser continuación de aquella, desde Nueva del Pilar hasta la ensenada de Atarés.
Desde las primeras décadas del siglo XX hasta la actualidad, la historia económica, social y cultural del Mercado Único ha sido, a menor escala, también la del país; por sus valores tangibles e intangibles es patrimonio de la nación cubana.