La magia de Amelia
18 de marzo de 2016
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Amelia es una mujer que trabaja en un hospital como técnico de laboratorio y todos la quieren, tanto en el trabajo como en el barrio donde vive; en la familia es considerada como la “diplomática” porque tiene un “tino especial” para tratar a los demás, incluso la gente más reacia a comunicarse, y prueba de ello es Faustino, un anciano que vive cerca de ella al que le molesta todo cuanto hacen los vecinos, ya sea la música, los juegos infantiles como si lo saludan o no saludan, en fin que con él se cumple ese refrán que dice que palos porque bogan y palos porque no bogan. Sin embargo, Amelia es la única que es aceptada por Faustino y le hace reír y logra de él que acepte sin protestar que les devuelva la pelota a los niños que jugando se les cae en el jardín del terrorífico anciano. Pero el caso de Faustino es solo un ejemplo de las buenas mañas de nuestra protagonista de hoy, porque también es muy querida y aceptada por los pacientes que atiende en el hospital, logrando que hasta los niños –los cuales habitualmente le tienen miedo a las agujas– se porten bien y permitan que les haga los análisis.
¿Qué milagroso ingrediente le puso la Madre Natura a esta mujer? Porque estudios en el tema de las relaciones diplomáticas e internacionales no tiene. Yo tengo la respuesta: ella ha desarrollado dos competencias emocionales que le permiten actuar de esta manera, y son la empatía y las habilidades sociales. La empatía es la capacidad de percibir el mundo interior emocional y vivencial de otras personas, que es la raíz de la interacción eficaz, mientras que las habilidades sociales es la capacidad de lograr una convivencia exenta de fricciones con las demás personas, logrando controlar las reglas de juego social, que puede ser usado en el buen sentido del manejo eficaz, aunque también puede ser utilizado como una manipulación de los otros.
Es por eso que en una fiesta de trabajo, al ver a Joaquín que llegó con su esposa, la cual es celosa (se lo ha oído decir a Joaquín), Amelia se le acerca a saludarlos y dirigiéndose a la esposa le dice “mucho gusto en conocerte, tu esposo habla mucho de ti, pero eres aún más bonita de lo que él dice, y mira que él te alaba”. No les quepa la menor duda que, como se dice en buen cubano, Amelia le “tiró tremendo cabo” al amigo, porque con pocas palabras y en brevísimo tiempo logró que los celos disminuyeran. Ahora bien, si Joaquín es un hombre fiel, lo que hizo Amelia es lo que llamamos un manejo certero de sus habilidades sociales, basándose en lograr empatía con la esposa, porque sabía que en ella la vivencia afectiva que predomina son los celos, por lo que no hay que ser un genio para darse cuenta que una fiesta de trabajo es el lugar ideal para que estuviera erizada de celos, buscando posibles infidelidades del esposo. Si el marido fuera un tipo infiel, entonces el uso que hizo de sus competencias emocionales fue manipulatorio, pero logrando el mismo fin; que los celos disminuyeran, aunque la diferencia es está en los valores éticos que dirigen la conducta de Amelia.
Ser emocionalmente competente en las relaciones interpersonales significa que se entiende los estados afectivos de los demás y se solidariza con ellos, diciéndoles lo que les ayuda y actuando en concordancia con la situación. Es por ello que Amelia se percató que el viejo Faustino tiene como emoción habitual el enojo, la ira, lo que le impide establecer relaciones equilibradas con los vecinos y solo se comunica a través de protestas, insultos, amenazas, y si bien es cierto que esto molesta a cualquiera, como es su vecino y la convivencia es obligatoria, no es ocioso tratar de llevarse bien con él, y Amelia se percató que él vive solo, por lo que ¿Por qué no creer que el malhumorado anciano solo sabe comunicarse así? Porque lo que es seguro es que pocas personas son capaces de sustraerse a que lo entiendan y lo quieran, el asunto es tener el deseo de conocer a los demás y ayudarlos. Y para terminar les digo que Amelia no es una ET, ni tampoco tiene un don espacial al resto de nosotros, solo que es más analítica se ha preocupado por educar sus emociones para mejorarse ella misma y ayudar a otros.
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