La estupidez y la maldad
21 de diciembre de 2018
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No puedo evitar recordar hechos de mi vida, experiencias que otras personas han vivido y me han contado, lecturas que he hecho y como tengo una memoria excelente –y me parece que ejemplificar es una forma de hacer potable lo que escribo–, es por lo que cuento historias en este espacio. Hoy no va ser un excepción en este tema que les propongo, porque aunque parezcan muy distantes la estupidez y la maldad, lo que sí puedo asegurarles es que su mezcla suele ser peor que una bomba de neutrones.
Recuerdo que hace años una persona me decía que prefería tener un jefe mala persona y no que fuera un estúpido, y me explicaba que estaba firmemente seguro de lo que decía, porque si sabes que tu jefe es malo se puede saber por dónde viene, o sea, espera siempre lo peor, así que puedes estar preparado teniendo estrategias de defensa, o mejor, adelantándote, pues la ofensiva es un arma muy poderosa. Es más, un jefe que sabes que te va a atacar hace que te prepares muy bien, porque de seguro va a tratar de encontrar defectos a tu trabajo, te cuidarás de que no te robe tus ideas, y aunque es muy agotador trabajar y vivir así, por lo menos estás avisado que no puedes confiar en esa persona.
Esa persona proseguía su teoría diciendo que con un jefe estúpido uno no puede estar preparado, no tiene idea de cómo va a actuar, se deja influenciar, cambia de criterio –porque no tiene criterio propio y es influenciable–, y finalmente se comporta como un cobarde. Y así terminaba su interesante punto de vista, que aunque no puedo decir que comparto completamente, si creo que tiene aspectos interesantes que me permiten analizar.
Creo que tener un jefe mala persona es muy peligroso, como también si es un estúpido, la situación no mejora, porque creo que en ninguno de dos casos deben dirigir. Sin embargo, no deja de tener cierta lógica si te encuentras en la desgraciada situación de un caso u otro, porque he tenido jefe mala persona, y también un estúpido, considerando que la estupidez es la conducta equivocada, incompetente, o sea, no tener las suficientes facultades para el análisis, para usar la lógica, por lo que se hace evaluaciones falsas, en pocas palabras, el estúpido es un incapaz.
Contra la maldad existen métodos para enfrentarlo, pero ¿qué se puede hacer contra la estupidez? Me cuesta trabajo poder responder esta pregunta porque no se puede utilizar la lógica, así que apelar al raciocinio no parece un buen camino. Recuerdo que tuve un jefe estúpido y a su vez estaba subordinado a un malvado. Yo andaba por debajo de ambos, y aún ahora, muchos años después, cuando recuerdo lo que pasé, tengo sensaciones desagradables, como cierta opresión del pecho. Fue una época poco edificante y muy tóxica y me hizo actuar a veces en contra de lo que yo creo son las buenas relaciones interpersonales. La única forma que encontré para poder sobrevivir fue manejar con fuerza, usando el miedo contra mi jefe estúpido, lo que era transmitido a mi jefe malvado, mostrándole que yo no era un hueso fácil de roer. Así, mi día a día laboral era un verdadero campo de batalla, buscando formas de defensa (nada racionales), pero sí de demostración de fuerza hacia el estúpido y con el ingrediente de inteligencia que necesitaba el malvado para que supiera que yo era una buena contrincante.
Total, que no tengo que decirles que esa situación no la resistí durante mucho tiempo, y me pude ir hacia otro lugar con la satisfacción que al mal jefe lo removieron por los conflictos que provocaba no solo en mi centro de trabajo, sino que ya tenía una historia anterior del mismo tipo. Lo malo fue que el jefe estúpido me lo volví a encontrar en otro centro, pero afortunadamente lo suficientemente lejos de mí para que no tuviera que salir corriendo, pero escuché historias disímiles de los que lo rodeaban, porque los que tenían dos dedos de frente se halaban los pelos por lo que ya expliqué; sin embargo había quienes lo aceptaban, y esos “quienes” eran otros cretinos como él, y es que lamentablemente hay más estúpidos de lo que creemos ¿habrá una epidemia?
Y si no me cree, haga un estudio y observe a su alrededor, y ojalá que descubra que estoy equivocada, eso me aliviaría mucho.
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