La época de Oro del Trío Los Panchos. 1944-1951 (VI)
14 de junio de 2018
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En esta visita a Cuba el Trío Los Panchos llegó a grabar algunos discos para la etiqueta Columbia en los estudios de la RHC Cadena Azul de Cuba, ahí quedaron atrapados en las estrías, los boleros Una voz, de la autoría de Chucho Navarro (C-6543); Dilema, de J. Lockward (C-6543); Eternamente, de Chucho Navarro (C-6542-X); y Corazón Marchito, de Navarrete (C-6572). Aunque estos temas a lo largo del tiempo han sido grabados por diferentes tríos, ninguno ha podido superar la interpretación plasmada por Los Panchos en estas grabaciones, dado el caso de que, en ellas, se detecta la madurez plena, alcanzada por esta destacada agrupación vocal-instrumental, aunque en cortos años de carrera.
La copiosa discografía de esta excelente agrupación, legó al disco de acetato en el interregno 1944-1951 el summun de un preciosismo musical nunca antes cultivado por una agrupación de su tipo.
El 1951 el universo musical del trío Los Panchos parece venirse abajo, serias discrepancias de carácter estético ya incubadas desde un tiempo atrás entre Alfredo Gil y Hernando Avilés provoca la salida de la agrupación de este último.
Aquí parece cerrar una etapa para la agrupación calificada por muchos como Etapa de Oro del trío Los Panchos. Sin embargo, el trío se mantuvo con éxito en la vida musical, ya que el lugar de Avilés fue ocupado indistintamente, por otros excelentes vocalistas. Sin embargo, para algunos, la orbita panchista quedaría marcada por fisuras inquebrantables, y aunque sus grabaciones, películas y presentaciones en público, por varias décadas se sucedieron en el marco de un triunfo arrollador, para los panchistas de pura cepa, la salida de Avilés imponía el sedimento de un cierto sabor amargo al formular sus apreciaciones estéticas acerca del trío.
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