La electricidad que mata y cura
26 de junio de 2017
|Se ha de conocer las fuerzas del mundo para ponerlas a trabajar,
y hacer que la electricidad que mata en un rayo, alumbre en la luz
José Martí
Desde que se comenzó a utilizar intencionalmente la electricidad, entre sus múltiples aplicaciones han estado aquellas que tienen un efecto directo sobre el cuerpo humano como los fines médicos incluyendo la electrocoagulación, el electrochoque o electroshock y el electrosueño hasta aquellas descargas eléctricas que pueden causar daño mortal, como un uso abusivo del Táser y la silla eléctrica.
Una descarga eléctrica a través de la piel puede producir desde una sensación molesta, de calambre o de calor, hasta quemaduras y otros daños de tipo bioquímico y estructural.
A veces las descargas eléctricas en los humanos ocurren accidentalmente al tocar superficies electrizadas sin aislamiento, por la caída de cables o por mala manipulación de dispositivos eléctricos.
Las descargas eléctricas que experimentamos pueden entonces tener como origen el contacto con cables o superficies que estén alimentados con electricidad continua o alterna o por tocar superficies cargadas electrostáticamente.
También existen armas para producir daños en las personas con descargas eléctricas que pueden llegar a ser letales y un dispositivo, llamado silla eléctrica, que se hizo famoso desde el siglo XIX, para ejecutar a los condenados a muerte de las prisiones norteamericanas.
La historia de la silla eléctrica, muestra más malas intenciones de las que están implícitas en su uso para causar la muerte de personas. La silla eléctrica, fue inventada por Harold P. Brown, un empleado de Thomas Alva Edison, y por encargo de este, su intención fue demostrar los peligros de la corriente alterna, promovida por Nikola Tesla y contraria a la corriente continua propuesta por el propio Edison, con el ánimo de desacreditar al científico serbio en el marco de la llamada Guerra de las corrientes, en la que se ponía en juego el futuro del comercio de la electricidad que iba a mover el mundo, o sea si este iba a estar basado en la corriente continua o en la corriente alterna. Pero la historia de La Guerra de las Corrientes será tema de otro comentario.
El dispositivo eléctrico para matar que nos ocupa hoy era una muestra de cómo se puede aplicar la tecnología para causar daño. En la silla eléctrica se coloca a una persona en condiciones de ser atravesada por un flujo de electricidad que cause daño mortal en el sistema nervioso principalmente. Se considera una forma efectiva de causar la muerte.
El condenado se ataba a la silla con correas, con un electrodo en la cabeza y otro en la pierna o en los pies, con almohadillas empapadas en agua con sal para que sirviera como electrolito que ayudara a la conducción de la corriente a través de la piel del reo. Se aplicaban habitualmente dos choques eléctricos durante varios minutos dependiendo de la persona. El voltaje inicial alrededor de 2 kV permitía romper la resistencia inicial de la piel y dejaba inconsciente al reo. Se usaba una fuente de corriente nominal de 8 A y a través de controles manuales se regulaba la intensidad de corriente que pasaba a través del condenado para que no se quemase pero que se calentara produciendo daños graves a los órganos internos.
Ahí se utilizaba la propiedad de las fuentes energéticas de no cambiar cuando se extrae energía de ellas.
Me explico, el concepto físico de fuente de una magnitud física implica que cuando esa magnitud se utiliza, el valor de esta que da la fuente no varía, así las tomas eléctricas de la casa, corresponden a un acceso a una fuente de tensión eléctrica, conocida vulgarmente como voltaje, es decir si usted mide el voltaje a la salida de la toma antes y después de conectar por ejemplo el televisor, esta debe seguir dando el mismo valor, pues es una fuente. Lo mismo ocurre con las pilas o baterías que se comportan como fuentes mientras al usarlas su tensión o voltaje siga sienco el mismo, cuando por el uso reiterado ya la batería no puede mantenerse funcionando como fuente decimos que se ha descargado y hay que cambiarla.
Pero en cuanto a la electricidad existen también las fuentes de corriente, o sea dispositivos que sin importar lo que le conecte siguen dando la misma corriente conocida como amperaje, pues su magnitud se mide en amperes.
Uno de los comentarios entre las personas que no son técnicas o con algunos conocimientos al respecto es que lo que mata en el choque eléctrico o corrientazo es el amperaje (la corriente) y no el voltaje (la tensión). Esta aseveración proviene de la época en que se utilizaba la silla eléctrica, donde la regulación de la corriente era al que permitía matar a la persona mientras se aplicaba desde un principio un voltaje muy alto, pero que no era mortal sino que se utilizaba para romper al resistencia eléctrica de la piel.
Las situación de choque eléctrico que puede llegar a matar depende de muchos factores entre ellos, el tipo de corriente si es alterna o directa, la tensión o voltaje aplicado, el área de contacto tanto en extensión como la posición específica en el cuerpo, el estado de la persona que sufre el choque eléctrico, por ejemplo no es lo mismo una persona joven que un anciano o un niño, si la persona tiene marcapasos o alguna afectación nerviosa.
La cantidad de corriente eléctrica que pasará a través del cuerpo de la persona también se verá afectado por estos factores en dependencia de que el suministro de electricidad provenga de una fuente de tensión o de corriente.
Si proviene de una fuente de tensión (voltaje) la corriente que pasa a través del cuerpo dependerá de la resistencia que este manifieste al paso de la corriente. Cuando estamos en presencia de una fuente de tensión o voltaje como el servicio doméstico que obtenemos en la toma de corriente de la casa, independientemente de la cantidad de equipos que conectemos en la toma siempre habrá el mismo voltaje, solo se afectará cuando se produce un cortocircuito o alteramos la resistencia o impedancia que el sistema es capaz de enfrentar y seguirse comportando como fuente. Por eso en este caso la cantidad de corriente a través del cuerpo dependerá de su resistencia.
Si usted toca unos cables con una tensión alta pero su resistencia eléctrica es baja, ya sea porque tiene zapatos aislantes, usa guantes o tiene la piel seca, la corriente que pasará a través suyo variara o incluso puede no pasar en absoluto.
Si su piel está húmeda y el contacto con la superficie electrizada es eficiente la descarga a través de su cuerpo cumplirá la Ley de Ohm. Pero si la fuente es de corriente (amperaje) y esta tiene las característica que la mantienen como fuente a través suyo siempre pasará una corriente intensa.
Pero en el caso de la silla eléctrica se trabajaba con una fuente de corriente del orden de los 8 amperes y este es un valor capaz de matar a una persona.
Si el reo quedaba vivo, se le eliminaba de otra forma aunque existan leyendas urbanas que cuentan que en ese caso se le perdonaba la vida, se le daba una nueva identidad y se dejaba en libertad, considerando que el tremendo corrientazo había sido suficiente castigo, pero en las búsquedas que hice, a lo mejor incompletas, no he encontrado una verificación de que fuera así.
Cuando la resistencia interna del cuerpo u objeto que se conecta a la electricidad es mucho menor que la del sistema que le suministra la energía eléctrica, se puede producir una corriente muy intensa y se le llama cortocircuito, que puede dañar la fuente, otros dispositivos en el mismo circuito, y el circuito en el que se experimenta la gran intensidad de corriente. En los sistemas eléctricos para prevenir más daños se usan los fusibles, que son dispositivos de seguridad para interrumpir la corriente cuando tiene un valor muy alto, es cuando popularmente se dice se fueron los tapones, se quemó el fusible o se disparó el breaker, o sea se interrumpió la electricidad gracias a uno de esos dispositivos.
Otra forma de recibir el corrientazo es a través de las descargas electrostáticas, en las cuales una gran diferencia de potencial creada en cuerpos que se han cargado eléctricamente produce una corriente a través de la persona cuando esta toca una superficie metálica y cierra el circuito, como el algún almacén comercial o tienda con piso de linóleo, o alfombras y baja humedad relativa.
En los días secos en el invierno y en los países donde la humedad relativa es muy baja es muy fácil que los cuerpos se carguen con electricidad estática y salten chispas al peinarnos, al quitarnos una prenda de vestir de tejido de poliéster o al tocar algún objeto metálico después de haber caminado sobre una alfombra o un piso sintético
Este fenómeno es el que ha provocado que como medida de protección los camiones, sobre todo los que trasportan tanques con combustible, arrastren una cadena de hierro para que las cargas electrostáticas no se acumulen en el cuerpo del vehículo sino que se descarguen contantemente a tierra. Evitando así la posibilidad de una chispa grande que provoque la explosión del recipiente con combustible.
Un caso extremo de descarga electrostática es el rayo, pero de eso, como de las llamadas armas eléctricas y las curaciones con electricidad trataremos en otra ocasión.
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