La cocina china un verdadero arte culinario

18 de octubre de 2018

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Ivette Sedeño Cruz

 

 

El concepto de cocina como arte culinario es conocido y se ha extendido notablemente como expresión que encierra más bien una sugerencia antes que una afirmación. Son muchas las personas que en todas las latitudes acuden a esta cita expresiva para referirse implícitamente solo a ciertas cocinas nacionales, las que evidentemente han desarrollado una respuesta cultural al hecho, cotidiano y casi intrascendente, de elaborar armónicamente sus platos dentro de ciertos códigos, como pueden ser entre otros: experiencias históricas, conocimientos comprobados de ciertos ingredientes, gustos generales y refinada estética.

La cocina nacional de cualquier país o región no deja de tener sus encantos y una dosis, en mayor o menor grado, de representar su aporte como un hecho artístico particular y ello no solo hay que resaltarlo, sino que incluso es necesario potenciarlo en función de elevar el concepto de arte culinario. Sin embargo, cuando se hace referencia a esta significación, solo suelen estar presentes en una especie de listado exclusivo, aquellas cocinas privilegiadas que justamente se han ganado el derecho de estar dentro de ese selecto grupo.

La cocina china, poseedora de un extenso y rico expediente a su favor, tiene el privilegio de ubicarse excepcionalmente entre las más reconocidas como resultado de un hecho cultural que trasciende con mucho sus interminables fronteras geográficas. Denominada como arte culinario es aceptado universalmente como un justo reconocimiento a su exacta dimensión.

Alguien afirmó sabiamente que la vida de los chinos gira alrededor de su cocina ya que esta es mucho más que alimentarse, no ponderaba artificialmente un ambiguo concepto. Es una mágica y real combinación de los llamados “gustos y no gustos”, donde prácticamente todos los sentidos del ser humano toman partido.

 

Frituras de Caritas

Ingredientes:

500g de frijoles caritas
5 dientes de ajo
1 huevo
1 ½ taza de aceite
Sal al gusto

 

Procedimientos:

Toma la cantidad de frijoles caritas que preparará y los limpia convenientemente, dejándolos una noche en remojo en un recipiente con agua abundante. Al día siguiente escurre el agua totalmente y maja los frijoles mezclado con el ajo en un mortero. Le retira la cáscara que pueda. Se baten ligeramente con huevo y le añade sal al gusto. La mezcla debe quedar hacia lo duro. La fríe por cucharadas en grasa caliente. Da para cuatro raciones.