La calle Villegas

9 de octubre de 2015

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Zenaida Iglesias Sánchez

 

 

Otra de las arterias centenarias que recorre la antigua ciudad de Norte a Sur es la calle Villegas, comienza su recorrido en la de Monserrate y se le ve cerrar en la calle Luz, por esta razón, en tiempos pasados también se le llamó “cerrada de Villegas”. Afirma el historiador Pérez Beato que tomó este nombre de don José Raimundo Borges Villegas, uno de los miembros de la reconocida familia de este apellido, que se establecieron en La Habana desde principios del siglo XVIII, llegados de Venezuela, y que vivió en ella. También refiere José María de La Torre que la calle se llamó de la condesa de Bayona, durante un tiempo, por la misma razón y apunta, que en la esquina que hace con la de Obrapía se le decía El hoyo de la Artemisa, por un gran hueco que había allí, junto a una planta de este nombre.

 

 
En su recorrido pasa por el frente de la iglesia del Santo Cristo del Buen Viaje, formando uno de los lados de la plaza, testimonio mudo de las procesiones llegadas hasta aquí cada viernes santo por la calle de la Amargura en el recorrido de las estaciones del Vía Crucis.
En su curso atraviesa las de Muralla, Teniente Rey, Amargura, Obispo y O´Reilly, la del Empedrado, y sigue hacia el Norte hasta la avenida de Monserrate.

 

 
En la calle Villegas se destacaron las esquinas nombradas por los vecinos ilustres que la habitaron, por ejemplo, la esquina de Bofante, en Teniente Rey y Villegas, donde estableció su morada el subteniente peninsular don Pedro Bofante; y así la de Aguiar en Villegas y Luz; y la de Portela en Villegas y Sol.

 

 

Refiere Santalices, en su magnífica obra Las calles de La Habana intramuros, que en el No. 95 entre Muralla y Teniente Rey (No. 361 actual), estuvo en las primeras décadas del siglo XIX una de las más importantes imprentas de La Habana, la de Boloña, nombre que retomó la editorial de la Oficina del Historiador, rindiendo honor a la historia. En el No. 64 (No. 260 actual) se reunieron en abierta tertulia los ilustres escritores cubanos Nicolás Guillén, Raúl Roa, Juan Marinello y Carlos Rafael Rodríguez, entre otros.
En el presente, se ejecutan trabajos de restitución de redes a todo lo largo de su recorrido, seguido de las obras de repavimentación.