Juventino Rosas
19 de junio de 2019
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Cuando el compositor Juventino Rosas murió a causa de una mielitis desatendida, en el poblado de Surgidero de Batabanó, al sur de la provincia de La Habana, se hallaba en tal estado de pobreza que de no ser por la generosidad de unos humildes pescadores de esponjas que corrieron con el funeral, sus restos se encontrarían quién sabe en cuál tumba perdida.
Tendría Juventino unos pocos años cuando su familia se mudó del Guanajuato natal hacia la capital mexicana, donde el padre probó fortuna con el auxilio de sus tres hijos… y algunos instrumentos tradicionales. Fue así que integraron un conjunto para tocar por las calles.
La muerte violenta de uno de los jóvenes rompió la unidad del grupo y Juventino buscó nuevos derroteros para sobrevivir. Andariego y bohemio, fue campanero, luego recorrió el país como violinista de una compañía de óperas y después se incorporó a una banda militar. Pero contrajo deudas, vendió el violín y perdió el empleo.
Las mujeres, las musas y el tequila le fueron asiduos. Escribió composiciones para piano que alcanzaron éxito: Carmen, Ensueño seductor, Flores de México, Lazos de amor. El vals Sobre las olas lo dio para su publicación hacia 1888.
Al cabo de deambular por México y Estados Unidos, de algún que otro éxito y algún que otro desengaño amoroso, Juventino Rosas carenó en Cuba.
El 28 de marzo de 1894 debutó en Sancti Spíritus con la denominada Compañía Italo-Mejicano. Las funciones se repitieron hasta mediados de abril. Se sabe que en mayo estuvo por el extremo oriental de la Isla, en Guantánamo. Lo acompañaba un quinteto y pernoctaba en un modesto hotel de la ciudad.
En Santiago de Cuba abordó el vapor de cabotaje Josefita, que navegaba a lo largo de la costa sur, atracando en cuanto puerto avistaba al paso, hasta que llegó a Surgidero de Batabanó, donde Rosas desembarcó el 23 de junio de 1894.
Diecisiete días después de su arribo, el 9 de julio de 1894, la muerte se encargó de confirmar los funestos comentarios acerca de su salud. En Batabanó descansaron sus restos hasta 1909, fecha de su repatriación a México. El reconocido músico fue sepultado en el Panteón Civil de la Ciudad de México y en diciembre de 1939 se le traslada a la Rotonda de las Personas Ilustres.
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