José Martí y sus criterios acerca de la crítica
21 de agosto de 2015
|Tanto en los apuntes y en los fragmentos que aparecen reflejados en sus “Obras Completas”, así como en algunos de sus trabajos periodísticos y varias cartas, José Martí expuso consideraciones en torno al valor que le concediese a la crítica y también sobre cómo debían actuar en específico los críticos de arte.
Él enfatizó que un crítico no debe juzgar una madera por sus virutas, estropeadas por el cepillo y mudadas de color como todo lo que corta el hierro, y oprime la mano del hombre, sino que ha de esperar, para juzgarla bien, a verla como puntal sosteniendo edificios, o como lanza arremetiendo contra los enemigos, o como casco, ayudando al cargamento de la nave amenazada a sostenerse a flote.
Igualmente resaltó que la crítica le da color con la fantasía, la viste y atropella, pero que la critica es buena por ser leal.
Y al expresar cómo debía realizarse el análisis correspondiente de una obra precisó: “Se ha de estudiar la obra ajena, no como una mujer fea estudia a una hermosa, que es como los críticos, incapaces casi siempre de crear, estudian a los que crean, sino como un padre estudia a su hija.”
Martí también resaltó que consideraba que la crítica constituía el examen, sin que obligase a la severidad ni a la censura.
Y añadió en un comentario de la obra dramática “La esposa del vengador” de José Echegaray, publicado en la Revista Universal de México, el 13 de noviembre de 1875: “Soy indulgente para aquello que yo pudiera hacer y respetuoso para lo que no he hecho todavía y late aún informe en mí y me habla de vigor y aspiración.”
Algunos años después, en carta dirigida a Bartolomé Mitre y Vedia, fechada en Nueva York el 19 de diciembre de 1882, Martí precisó con meridiana claridad cuál era su criterio en relación con el ejercicio de la crítica, al decir: “Para mí, la crítica no ha sido nunca más que el mero ejercicio del criterio.”
Martí fue consecuente con su modo de pensar al realizar una labor como crítico.
En varias ocasiones fue capaz en diferentes trabajos periodísticos para diversos periódicos y revistas de ofrecer valoraciones sobre relevantes escritores, músicos, pintores y otros creadores y también opinó acerca de exposiciones que visitó.
Por ejemplo, en el comentario relacionado con el drama “La esposa del vengador”, de José Echegaray, expuso su criterio sobre las obras escénicas. En relación con ello señaló en el citado trabajo: “Hay dos clases de obras escénicas, la que crea y la que copia; la que fija y la que imita; la heroica y fantástica y la cómica.”
Martí igualmente expuso sus apreciaciones acerca de la labor de distintos artistas plásticos. Incluso en un trabajo titulado “Los Propósitos”, reflejado en la revista neoyorkina “La América”, en enero de 1884, afirmó que las artes plásticas y el comercio inteligente eran las bases únicas de la grandeza y la prosperidad de individuos y naciones.
También llegó a plantear sobre la escultura, por ejemplo, que sí algo difícil había era una estatua en reposo.
Esto lo señaló al realizar un comentario sobre la estatua de Bolívar en un trabajo publicado en “La América”, en junio de 1883.
Y casi cuatro años más tarde, en un trabajo titulado “Fiestas de la Estatua de la Libertad”, reflejado en “La Nación”, de Buenos Aires, Argentina, el primero de enero de 1887, precisó: “El hábito de domar da al rostro de los escultores un aire de triunfo y rebeldía. Engrandece la simple capacidad de admirar lo grande, cuando más al moldearlo, el acariciarlo, el ponerle alas, el sacar del espíritu en idea lo que a brazos, a miradas profundas, a golpes de cariño ha de ir encorvando y encendiendo el mármol y el bronce”.
Con respecto a la labor de Martí como crítico la doctora en Ciencias Filológicas Marlen Domínguez Hernández expuso consideraciones en un libro titulado “Lengua y crítica en José Martí”, publicado por la Editorial Pablo de la Torriente, de la Unión de Periodistas de Cuba en el año 1989.
El libro además de una nota introductoria y unas notas complementarias se encuentra estructurado en tres capítulos, en los que se detallan valoraciones sobre el acercamiento martiano a la lengua, los recursos de la crítica martiana y las relaciones léxicas: campos temáticos.
A su vez cada uno de estos tres capítulos se hayan subdivididos en temas específicos.
En la introducción, Marlen Domínguez precisó que dentro de la prosa de Martí –en cuyo carácter poético se ha insistido– se presenta como interesante campo de atención la crítica. Primero, porque, como se sabe, ella recoge principios dispersos de teoría e historia literarias, y en consecuencia proporciona caminos más expeditos para acercarnos a su concepción del arte y de la literatura. En segundo lugar, apuntó esta investigadora, porque puede obtenerse, por la vía del estudio lingüístico, no solo el establecimiento de principios exegéticos, sino también el rango en que se mueve la crítica martiana, según la conocida clasificación de Alfonso Reyes.
Resaltó además esta especialista que la crítica de Martí representa un mayor grado de generalización respecto de su producción literaria, por contener principios teóricos y por trascender las obras individuales.
Y además expuso lo siguiente: “Si se ve al lenguaje como protagonista en la obra de Martí, la palabra es el corazón de ese lenguaje”.
Galería de Imágenes
Comentarios