ribbon

José Martí y su trabajo sobre los códigos nuevos en Guatemala

31 de mayo de 2019

|

 

Estatua de José Martí en Guatemala

Estatua de José Martí en Guatemala

 

José Martí residió en Guatemala entre abril de 1877 y finales de agosto del año siguiente.

Durante su estancia en ese país centroamericano  escribió un trabajo  titulado Los Códigos Nuevos, en el que hizo un análisis acerca de las características de los pobladores de lo que él calificaría como Nuestra América, después de haberse producido el proceso de conquista por parte de los europeos y la interrelación de estos con los primitivos habitantes del continente.

En la parte inicial del citado trabajo señaló:  “Interrumpida por la conquista la obra natural y majestuosa de la civilización americana, se creó con el advenimiento de los europeos un pueblo extraño, no español, porque la savia nueva rechaza el cuerpo viejo; no indígena, porque se ha sufrido la ingerencia de una civilización devastadora, dos palabras que, siendo un antagonismo, constituyen un proceso; se creó un pueblo mestizo en la forma, que con la reconquista de su libertad, desenvuelve y restaura su alma propia.”

También detalló: “Es una verdad extraordinaria: el gran espíritu universal tiene una faz particular en cada continente. Así nosotros con todo el raquitismo de un infante mal herido en la cuna, tenemos toda la fogosidad generosa, inquietud valiente y bravo vuelo de una raza original fiera y artística.”

Seguidamente expuso: “Toda obra nuestra, de nuestra América robusta, tendrá, pues, inevitablemente el sello de la civilización conquistadora: pero  la mejorará, adelantará y asombrará con la energía y creador empuje de un pueblo en esencia distinto, superior en nobles ambiciones, y si herido, no muerto.”

Y enfatizó: “!Ya revive!”.

Más adelante Martí planteó que aún en los pueblos en que dejó más abierta herida la garra autocrática; aún en aquellos pueblos tan bien conquistados, que lo parecían todavía,  después de haber escrito con la sangre de sus mártires, que ya no lo eran, el espíritu se desembaraza, el hábito noble de examen destruye el hábito servil de creencia; la pregunta curiosa sigue al dogma y el dogma que vive de autoridad, muere de crítica.

Precisó al respecto: “La idea nueva se abre paso, y deja en el ara de la patria agradecida un libro inmortal; hermoso, augusto: los Códigos patrios.”

Martí igualmente expresó que los pueblos, que son agrupaciones de estos ánimos inquietos, expresan su propio impulso y le dan forma y que roto un estado social, se rompen sus leyes, puesto que ellas constituyen el Estado y agregó al referirse específicamente a Guatemala: “Expulsados  unos gobernantes perniciosos, se destruyen sus modos de gobierno. Mejor estudiados los afectos e intereses humanos, necesitan el advenimiento de leyes posteriores, para las modificaciones posteriormente advenidas: esta existencia que reemplazó a la conquista; esta nueva sociedad política; estos elementos de las relaciones individuales legisladas por tiempos en que las relaciones eran distintas; este amor a la claridad y sencillez que distinguen a las almas excelsas, determinaron en Guatemala la formación de un nuevo Código Civil, que no podía inventar un derecho, porque sobre todos existe el natural, ni aplicar éste puro, porque había ya relaciones creadas.”

Se refirió de inmediato a la labor de la Comisión que tuvo a su cargo la elaboración de los citados Códigos y señaló: “Hija de su siglo, la Comisión ha escrito en él y para él. Ha cumplido con su libro de leyes las condiciones de toda ley: la generalidad, la actualidad, la concreción; que abarque mucho, que lo abarque todo, que defina breve; que cierre el paso a las caprichosas volubilidades hermenéuticas.

“Ha comparado con erudición, pero no ha obedecido con servilismo. Como hay conceptos generales de Derecho, ha desentrañado sus gérmenes de las leyes antiguas, ha respetado las naturales, ha olvidado las inútiles, ha desdeñado las pueriles y ha creado las necesarias: alto mérito.”

Aseguró más adelante que la Comisión había obrado libremente; sin ataduras con el pasado y sin obediencia perniciosas a las seducciones del porvenir.

Y precisó: “No se ha anticipado a su momento, sino que se ha colocado en él.  No ha hecho un Código ejemplar, porque no está en un país ejemplar. Ha hecho un Código de transformación para un país que se está transformando. Ha adelantado todo lo necesario, para que, siendo justo en la época presente, continué siéndolo todo el tiempo preciso para que llegue la nueva edad social.”

Acerca de las consideraciones expuestas por Martí en este importante trabajo, el doctor Pedro Pablo Rodríguez manifestó que comenzó precisamente dicho material con un análisis interesante puesto  que señala que los pueblos de América Latina son el resultado de un proceso en el que han chocado dos civilizaciones antagónicas, la aborigen y la española, y se ha formado un pueblo nuevo que ya no es exactamente igual a  los dos anteriores.

Y señaló igualmente el doctor Rodríguez en una entrevista que le realizamos: “…es interesante que Martí en un momento en que se están debatiendo y contraponiendo dos polos en las ideas de la época, los pueblos atrasados eran bárbaros, los pueblos modernos eran los civilizados, los españoles y los europeos trajeron la civilización a América frente a los pueblos bárbaros que estaban en América que eran los atrasados, Martí sin embargo está planteando otro criterio,  vino una conquista que cortó el desenvolvimiento natural  de  los pueblos originarios de América y los

convirtió como resultado de ese  proceso que mezcló dos civilizaciones distintas en un pueblo diferente que no es, dice Martí, ni aborigen ni español.”

Galería de Imágenes

Comentarios