José Martí y el gran simbolismo que le atribuyera al amor

28 de febrero de 2023

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Víctor Pérez-Galdós Ortíz

 

 

El amor, en su expresión más amplia y también como el bello sentimiento que entrelaza a seres humanos, fue motivo de inspiración para José Martí.

En trabajos periodísticos, en cartas, en sus poemas y en sus discursos Martí hizo referencia en reiteradas oportunidades al significado que le atribuyera a la existencia del amor como fuente de motivación para el desarrollo de la propia vida.

En su obra y prédica se pueden definiciones conceptuales expuestas por él en torno a este vocablo tan lleno de significación para la humanidad.

Precisamente en la introducción del folleto titulado “Guatemala”, editado en México en 1878, expuso lo que sería un principio trascendental en su propia existencia: la interrelación del amor con el agradecimiento, al detallar: “Cuando nací, la naturaleza me dijo: ¡ama! Y mi corazón dijo: ¡agradece!”.

Hombre de profunda sensibilidad actuó motivado por el amor y su vida tuvo una correspondencia plena con lo que fuera plasmando a través de sus escritos y discursos.

El 29 de abril de 1893, en la dedicatoria publicada después en el periódico Patria, en el trabajo “El Álbum de Clemencia Gómez”, señaló: “La única verdad de esa vida, y la única fuerza, es el amor. En él está la salvación, y en él está el mando. El patriotismo no es más que amor. La amistad no es más que amor.”

Dos años después en una carta que le enviase a María Mantilla, fechada el 9 de abril de 1895, también planteó acerca del amor lo siguiente: “Amor es delicadeza, esperanza fina, merecimiento, respeto.”

En su obra poética Martí igualmente incluiría algunas definiciones conceptuales en torno al amor.

Ejemplo elocuente de ello es el poema que titulara “Sin amores”, reflejado en la Revista Universal, de México, el 14 de marzo de 1875, en el que expresó:

“Amor, ¡es más que amar! ¡Aún se ama, luego

Que se ha apagado de la vida el fuego!”

En la propia revista mexicana, esta vez el 27 de junio de 1875, en el poema “Flor Blanca”, Martí volvió a destacar el simbolismo de la presencia del amor para los seres humanos con independencia de la edad, al exponer:

“Que viví sin amor, fuera mentira;

Todo espíritu vive enamorado:

El alma joven nuevo amor suspira

Aman los viejos por haber amado.”

El alcance que para Martí tuvo la existencia y desarrollo de este universal y relevante sentimiento se aprecia en otra de sus creaciones poéticas en la que en forma metafórica hizo alusión a como el amor era capaz de transformar la muerte en vida al describir una imaginaria escena acaecida en un cementerio.

“Es fama que a un cementerio

Llegó un señor cierto día

Afirmando que no había

Tras de la tumba, misterio.

Un ser blanco, vago y serio,

A la tumba se acercó:

“Amor, amor, pronunció

Con triste voz quejumbrosa,

Y al punto alzose la losa,

Y el muerto resucitó”

Asociado con el desarrollo de la propia vida Martí no concibió el amor como algo estático sino como un proceso evolutivo y así en emotivas palabras dirigidas a su querida hermana Amelia le expuso: “El amor, como el árbol, ha de pasar de semilla a arbolillo, a flor, y a fruta.”

Tampoco Martí circunscribió el amor a la relación que propicia la unión de una pareja e interrelaciona a los seres humanos y a los pueblos en sentido general, sino que también resaltó la relevancia del amor a la familia, a la naturaleza, a la Patria, a la Humanidad y a la propia obra creadora de los hombres y mujeres.

Por ejemplo en su drama en verso “Abdala”, publicado en el primer y único número del periódico “La Patria Libre”, el 23 de enero de 1869, al destacar la relevancia del amor hacia la Patria, Martí expresó:

“El amor, madre, a la patria

No es el amor ridículo a la tierra,

Ni a la yerba que pisan nuestras plantas

¡Es el odio invencible a quién la oprime

Es el rencor eterno a quién la ataca”

Igualmente Martí habló ó escribió con posterioridad acerca del amor y la amistad e incluso precisó la diferencia que establecía entre ambos vocablos.

En un trabajo publicado en “La Opinión Nacional” de Caracas, Venezuela, el 19 de mayo de 1882, señaló: “El amor es superior a la amistad en que crea hijos. La amistad es superior al amor, en que no crea deseos, ni la fatiga de haberlos satisfecho, ni el dolor de abandonar el templo de los deseos saciado por los deseos nuevos.”

Martí llegó a precisar que el que ama es oro y que el que ama poco, con trabajo, a regañadientes, contra su propia voluntad, o no ama, -no es oro.

Incluso enfatizó, en este caso, en su sección En casa, reflejada en el periódico “Patria”, en la edición del 18 de junio de 1892: “¡Con el amor renace la esperanza!”.