José Martí: significación y vigencia de su legado

24 de enero de 2020

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Víctor Pérez-Galdós Ortíz

 

 

José Martí, quién tuvo una breve pero fructífera existencia, legó para los cubanos y para el mundo un arsenal de ideas y conceptos que tienen una gran significación y vigencia en este siglo XXI.

Poeta, periodista, destacado orador, José Martí fue sobre todo un hombre profundamente humanista.

En sus discursos, poemas y otras obras literarias y periodísticas hizo referencia a disímiles aspectos esenciales para el desarrollo de la propia humanidad.

Y más allá de lo expresado, él supo hacer realidad con su actuación y laboriosidad un principio que expuso cuando afirmara que hay siempre tras de cada idea, un ejército modesto, que los hombres sinceros saben encontrar y dar a luz.

Con el ímpetu que le caracterizó Martí supo exponer principios de gran significación y motivar a muchos seres humanos para conformar un contingente de patriotas que lucharan por una causa y que trabajaran plenamente convencidos en la materialización de una idea.

Precisamente en lo que respecta a la necesidad de luchar por la independencia de su tierra natal, Martí fue capaz de plantear y hacer realidad el siguiente concepto:

“La Patria necesita sacrificios. Es ara y no pedestal. Se le sirve, pero no se le toma para servirse de ella.”

Como hombre de sólidas convicciones a través de su prédica y obras literarias Martí también hizo referencia a otros múltiples temas que hoy, a más de 120 años de su muerte, mantienen plena vigencia y sirven de fuente de motivación y enseñanza para las actuales generaciones de cubanos.

Quiero particularmente llamar la atención acerca de algo que también afirmara cuando enfatizó que el ser bueno da gusto, y lo hace a uno fuerte y feliz.

Este concepto fue expuesto por Martí en 1889, en La Edad de Oro, publicación que escribió dirigida de modo especial a los infantes y adolescentes, pero ya desde muchos años antes en uno de los trabajos que publicara en la Revista Universal de México, exactamente en 1875, había señalado algo muy importante que igualmente tiene que ver con el modo de actuar de los seres humanos. Precisamente comentó Martí en la citada publicación mexicana: “La belleza, por sí misma es un placer. Hallamos algo bello, y hallamos algo de nosotros mismos.”

Realmente la vida y la obra de Martí permiten que nuestro pueblo pueda contar con valiosas enseñanzas.

Martí, por ejemplo, llegó a enfatizar que la vida es diaria, movible, útil y que el primer deber de un hombre era ser un hombre de su tiempo.

Y él no solo fue un hombre de la época que le tocó vivir, es decir en la segunda mitad del siglo XIX, sino que ha sido, es y será un hombre de todos los tiempos.

Y quiero precisamente destacar que como hombre de gran sensibilidad Martí reflejó en sus trabajos aspectos esenciales que tienen que ver con las características y desarrollo de los seres humanos, y que dichas consideraciones sirven para ésta y cualquier época futura.

Recuerdo, por ejemplo, lo que expresó cuando se refirió a los hombres que se caracterizaban por ser verdaderamente talentosos y los comparó con aquellos que como método de vida empleaban tan solo la picardía para saciar sus apetencias. Al respectó él afirmó: “Tener talento es tener buen corazón, el que tiene buen corazón, ese es el que tiene talento. Todos los pícaros son tontos. Los buenos son los que ganan a la larga.”

En relación con lo que ha significado y significa el ejemplo de José Martí han expuesto valoraciones diversas personalidades de nuestro país.

Armando Chávez en un trabajo titulado “El Humanismo, esencia de la ética martiana”, publicado en Granma el 24 de enero de 1985 señaló que el ideario moral de José Martí no es un pensamiento ético academicista, sino de lucha por la liberación nacional y humana. Su objetivo fundamental está encaminado a convertir a Cuba en un pueblo grande moralmente y a los cubanos en verdaderos hombres que sientan sobre sí el dolor ajeno y luchen por la felicidad de sus semejantes.” Y añadió: “Martí predicó con el ejemplo.”

Y el Doctor Enrique José Varona en un discurso pronunciado en Nueva York, el 19 de mayo de 1896 en ocasión de cumplirse el primer aniversario de la caída de José Martí señaló al referirse a la trascendencia de su vida y labor: “En todas las tareas que se impuso encontró siempre dóciles sus múltiples aptitudes, porque esas varias y brillantes facultades, esas luminosas facetas de su gran inteligencia, convergían todas, como los radios al centro, a una facultad suprema, que las animaba y vigorizaba: el entusiasmo. Su portentosa fantasía desplegaba las alas a todos los vientos del espíritu, más no para vagar acaso, con la facilidad gallarda del mero diletante; sino para buscar por cada rumbo lo mejor, lo más exquisito, la flor de perfección que soñaba, y que su corazón ardiente le hacía amar con indecibles transportes.”

También el máximo líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, quién sintió a Martí como fuente de inspiración y enseñanza, y fue continuador de su vida y obra, se refirió al gran aporte brindado por José Martí a Cuba y al mundo.

Precisamente el 29 de enero de 2003 en la clausura de la Conferencia Internacional Por el Equilibrio del Mundo, celebrada en La Habana con motivo del sesquicentenario del natalicio de José Martí, Fidel resaltó: “Más allá de Cuba, ¿qué recibió de él el mundo? Un ejemplo excepcional de creador y humanista digno de recordarse a lo largo de los siglos.

”¿Por quiénes y por qué? Por los mismos que hoy luchan y los que mañana lucharán por los mismos sueños y esperanzas de salvar al mundo, y porque quiso el azar que hoy la humanidad perciba sobre ella y tome conciencia de los riesgos que él previó y advirtió con su visión profunda y su genial talento.”