José Martí: la utilización de su palabra como arma esencial de combate

14 de marzo de 2015

Víctor Pérez-Galdós Ortíz

José Martí, Periódico Patria, Periodismo

Desde su adolescencia José Martí refleja en poemas y trabajos  periodísticos su amor por Cuba y su adhesión a la lucha por la independencia.
Con 15 años escribe un trabajo que sale publicado en “El Diablo Cojuelo” en el que al señalar “O Yara ó Madrid” sintetiza la disyuntiva histórica entre ser un partidario de la lucha iniciada por Carlos Manuel de Céspedes en la zona oriental de Cuba o convertirse en un seguidor de los dictados de Madrid, la capital de la metrópoli española.
En este periódico  también precisa lo que experimenta al escribir para un público, al señalar: “Nunca supe yo lo que era público, ni lo que era escribir para él, más a fe de diablo honrado, aseguro que ahora como antes, nunca tuve tampoco miedo de hacerlo.”
“El Diablo Cojuelo” fue una publicación creada por Fermín Valdés Domínguez aunque sólo circuló una sola vez. Se imprimió en la imprenta y librería El Iris, situada en la calle Obispo en La Habana Vieja. La edición circuló el 19 de enero de 1869.
Según manifestara Valdés Domínguez entre los materiales contenidos en la publicación estuvo un trabajo de fondo y otro más pequeño de Martí.
“El Diablo Cojuelo” se editó aprovechando la libertad de imprenta que  había establecido por decreto del nueve de enero de 1869 el nuevo Capitán General de Cuba.
Precisamente en el trabajo que publicara, Martí  opina acerca de la supuesta libertad de prensa decretada por el representante de la colonia española en Cuba.

Señaló:  “Esta dichosa libertad de imprenta, que por lo esperada y negada y ahora concedida, llueve sobre mojado, permite que hable usted por los codos de cuanto se le antoje, menos de lo que pica; pero también permite que vaya usted al Juzgado o a la Fiscalía, y de la Fiscalía o el Juzgado lo zambullan a usted en el Morro, por lo que dijo o quiso decir.”
Y añadió más adelante: “Más, volviendo a la cuestión de libertad de imprenta, debo recordar que no es tan amplia que permita decir cuanto se quiere, ni publicar cuanto se oye.”
En “El Diablo Cojuelo” a través de pequeños diálogos, algunos de ellos llenos de cierta ironía,  Martí fustiga al régimen colonial español y a sus representantes en Cuba. Incluso también critica la sumisa posición asumida por publicaciones ya establecidas y de gran poder como era el caso de “El Diario de la Mariana.”
Precisó al respecto: “El Diario de la Marina tiene desgracia. Lo que él aconseja por bueno, es justamente lo que todos tenemos por más  malo. Y esto lo prueba “El Fosforito”.
Lo que él vitupera por malo, es justamente lo que tenemos por bueno. Y esto lo pruebo yo.
Quería censor, no hay censor. Dijo que la libertad de imprenta traía muchos males.
Para él si, para los demás no; porque gana el que escribe, puesto que puede escribir; gana el que imprime, puesto que no hay censura que le arrebate el trabajo, y gana el que lee, porque se nutre de las cosas buenas, y aprende a despreciar las malas. ¡Pobre Diablo!”
A través de su existencia José Martí utilizaría el periodismo para reflejar el compromiso que tenía con la liberación de su tierra natal y además para tratar diversos temas.
Ejerció el periodismo en forma constante. Fundó y dirigió varias revistas. Durante su estancia primero en México y después en los Estados Unidos de América y en Venezuela mantuvo una fructífera colaboración con distintas publicaciones.
Ya en la etapa final de su vida, cuando trabajaba por lograr el reinicio de la lucha por la independencia de Cuba creó precisamente un periódico identificado como Patria que constituyó algo esencial en la divulgación de las ideas revolucionarias y en el enfrentamiento a los que se oponían a la independencia de Cuba.
El primer número del periódico “Patria” salió el 14 de marzo de 1892. En su trabajo titulado “Nuestras ideas”, Martí planteó al referirse ala citada publicación: “Para juntar y amar, y para vivir en la pasión de la verdad, nace este periódico”.
En el transcurso de varios años Martí además de mantenerse dirigiendo “Patria” también publicó diversos trabajos, en los que hizo referencia al papel del Partido Revolucionario Cubano, a la labor que se realizaba para la reorganizar de la lucha por la independencia cubana y también ofreció semblanzas de relevantes figuras, entre ellos Antonio Maceo.
Realmente puede decirse que Martí, al igual que lo había hecho con sus múltiples intervenciones supo combatir con vehemencia con la utilización de la palabra escrita.
Martí tanto con sus discursos como con sus trabajos periodísticos supo hacer realidad algo que había planteado cuando en un trabajo publicado en La Nación, de Buenos Aires, el 15 de abril de 1887, aseguró: “¡Grande es la palabra cuando cabalga en la razón! Penetra entonces más que la más larga espada.”