José Martí en “Patria”: “El arte de pelear”
16 de septiembre de 2022
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La labor del Maestro en su periódico fue parte esencial de su magna tarea para organizar la lucha armada hacia la independencia de Cuba. Y aunque negó la consideración de que la publicación fuera órgano oficial del Partido Revolucionario Cubano, no hay dudas de que sus páginas no solo fueron un firme y constante apoyo a la labor unitaria de esa organización sino que los escritos allí incluidos, especialmente los salidos de su pluma, ofrecieron una apoyatura política y de ideas para los integrantes y los líderes de los clubes de base del Partido. De hecho, pues, tanto sus propios escritos como los de sus nume1rosos colaboradores, contribuyeron a la formación ideológica de quienes empujaban en favor de la guerra anticolonial y a .la creación de una república “nueva”, de paz, trabajo y justicia social, bajo la consigna de “con todos y para el bien de todos” y no la república de unos pocos para el bien de esos pocos. ,
En un breve texto de dos párrafos titulado “El arte de pelear”, publicado el 19 de marzo de 1892, refiere el amplio alcance que implicaba tal idea aunque no hubiese comenzado el enfrentamiento armado contra la dominación española. En el párrafo inicial establece, con brillante prosa, seis modos de pelear: cuando se dice la verdad; cuando se obliga al enemigo, temeroso por lo que le viene encima, se ve forzado a los extremos y desembolsos que han de precipitar la acción que deseamos; cuando se demora la pelea con las armas hasta que se esté en condiciones de vencer; cuando los ánimos hostiles se atraen por la demostración de la unidad, de la cordura, de la cordialidad y de la virtud frente a las sospechas del desorden; de la impaciencia, de la enemistad y de la propalación “de que no había más que vicio y crimen.” Y añade que se pelea, sobre todo, cuando los que se han estado preparando para guerrear desde “organizaciones aisladas y calladas, se ponen a la vez en pie, con un solo ánimo y un solo fin” y marchan “detrás de la bandera de la patria.”
El segundo párrafo reafirma lo dicho antes, pero ahora señalando los factores de tipo negativo que implican “la pérdida de una batalla.” Esos son “cada día que se pasa en la inacción”; “cuando no se guía inmediatamente al ataque la fe que cuesta tanto levantar”; cuando los ejércitos, al concentrarse, se entretienen en el camino y llegan tarde, y con las fuerzas desmayadas al punto de concentración; cuando “en el momento que exige mano rápida y grandiosa en los jefes, y mucho brazo y mucho corazón para la arremetida, tarda en vérseles a los jefes la mano rápida y se da tiempo a que se desordenen los corazones”; cuando “a la hora del genio y de la centella, se monta a caballo en el taburete de cuero, y se abre la ocasión al enemigo.”
Curioso análisis este en que Martí, empleando el lenguaje militar, sin desechar la imagen sorprendente y novedosa, describe lo que debía hacerse en aquella etapa inicial organizativa del Partido Revolucionario Cubano, el encargado de sostener la unidad de los patriotas. Era, desde luego, una eficaz manera de decirle a sus lectores que ya se estaba en combate aunque no hubiera todavía hechos de armas en Cuba, y de promover en ellos la comprensión acerca de la unidad para lanzarse a la pelea por la patria libre con disparos y machetes.
Resulta entonces “El arte de pelear” una joyita literaria que destaca por su llamado a sostener la unidad entre los patriotas.
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