José Ardévol
23 de agosto de 2013
|En 1944 Alejo Carpentier escribía en la publicación Conservatorio: “Estimo que José Ardévol es el mejor maestro que haya podido hallar la actual generación de compositores cubanos”. Y seis años después abundaba: “La presencia y la obra de Ardévol ha hecho dar a la música cubana un formidable paso adelante. Es evidente que en Cuba se observa hoy uno de los movimientos musicales más vivientes y mejor orientados de América Latina”.
La vida de musical de José Ardévol transcurre casi enteramente en Cuba, pero es preciso anotar algunos elementos biográficos anteriores a su establecimiento en la Isla.
Nació el 13 de marzo de 1911, en Barcelona e hizo estudios musicales con su padre, profesor y director de la Academia que llevaba su apellido. Con 13 años hizo su primera presentación en público en su ciudad natal y en adelante ofreció algunos recitales con la Orquesta de Cámara dirigida por su padre. En París alcanzó el título superior de piano, conoció a celebridades como Igor Stravinsky y Heitor Villa-Lobos, y de vuelta a Barcelona integró el trío Beethoven (piano, violín y cello). Regresó a París y el 8 de diciembre de 1930 desembarcó en Cuba.
En sus facetas de compositor, pianista y pedagogo se resume el quehacer de José Ardévol.
En Cuba ofreció recitales de piano e impartió conferencias. Una estrecha amistad lo unió a Alejandro García Caturla y a Amadeo Roldán; en 1934 fundó como director la Orquesta de Cámara de La Habana y formó parte del Grupo de Renovación Musical. Por muchos años dio clases en el Conservatorio Municipal de Música de La Habana, sin dejar de ser profesor en otros conservatorios: el Orbón, el Hubert de Blanck y el Mateu. Por último se le nombró decano de la Facultad de Música del Instituto Superior de Arte. Su magisterio como formador de jóvenes músicos fue y es aún reconocido.
En cuanto a su labor como compositor, sus obras no solo se estrenaron en La Habana, también en Estados Unidos y en Venezuela; incluye tres sinfonías, una cantata, varias suites, composiciones para pequeña orquesta, música para el ballet. Su catálogo comprende más de noventa obras de todos los géneros, menos la ópera. Compositores clásicos europeos, contemporáneos de América Latina y de Cuba, se escucharon bajo su dirección orquestal.
El compositor murió en La Habana el 9 de enero de 1981, fecha para la cual hacía mucho que había adoptado la ciudadanía cubana.
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