Jardín Madre Teresa de Calculta
13 de febrero de 2015
|Avenida del Puerto. Plaza de San Francisco
El jardín Madre Teresa de Calcuta se inauguró a inicios del año 1999, en los terrenos pertenecientes al dieciochesco Convento de San Francisco de Asís, abarcando la parcela trasera de la construcción religiosa. Los trabajos corrieron a cargo de los especialistas de la Oficina del Historiador de la ciudad, que recuperaron el terreno dotándolo de pavimentación y arbolado, dignificando este espacio.
Para rendir honor a la memoria de la religiosa y elevar la denominación del sitio, en un extremo fue develada una escultura de la Madre Teresa del artista José Villa Soberón, donde aparece sentada sobre una piedra de la edificación. La obra refleja la intensa espiritualidad y la suprema humildad de aquella gran mujer, en un mundo martirizado por la pobreza, la guerra y el dolor de los que sufren y padecen, así expresó el Dr. Eusebio Leal el día en que fue develada al público.
A la estatua nunca le faltan las flores frescas sobre el devocionario que atesoran sus manos, quieta y en silencio, parece entregarse a la lectura, mientras los visitantes acceden al sitio para venerar su presencia, en la misma ciudad donde dejó sus huellas de amor cuando la visitó en vida.
En los mismos terrenos del parque, hacia el fondo del mismo, se construyó en el año 2004 la Sacra Catedral Ortodoxa de San Nicolás de Mira, como expresión del sentido ecuménico y de concordia intercultural manifiesto en el Centro Histórico, de moderno diseño, en su estructura se enfatiza la espiritualidad de un antiguo templo abovedado, rememorando el legado del imperio bisantino.
El convento de San Francisco de Asís marca su impronta en el siglo XVIII, cuando fue reconstruido como llega al presente (1719 – 1738). Fue cerrado al culto en 1841, con la exclaustración de esta orden religiosa y su espacio se destinó a disímiles funciones. En 1846 el templo fue seriamente afectado por un huracán, desde entonces perdió su cúpula la que nunca volvió a restituirse.
Los trabajos de restauración desarrollados por la Oficina del Historiador permitieron recuperar la belleza de esta magnífica edificación religiosa, que abrió sus puertas en 1994 formando parte de un amplio complejo cultural al quedar sus claustros convertidos en Museo de Arte Sacro, con salones disponibles en planta alta para la realización de muestras expositivas y de eventos internacionales, por su parte la Basílica Menor, se convirtió en la más bella Sala de conciertos de la ciudad.
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