Invitación a comer: escoja el menú internacional de insectos que más le guste

19 de febrero de 2016

MENÚ
ENTRANTES Y/O PLATOS FUERTES:
De México: Tacos y tostadas de saltamontes con cebolla, ajo y tomates.
De Japón: Larvas del escarabajo de cuernos largos marinadas en salsa de soja, con larvas de mosca acuática salteadas en salsa de azúcar.
De Samoa: Insectos alimentados con virutas de coco, asados al carbón y envueltos en hoja de plátano.
De Camboya: Tarántula al horno previamente cocinada en cazuela de barro (para quitarle el pelo).
De Bali: Alas de libélulas hervidas en leche de coco, jengibre y ajo.
De Italia: “Casumarzu”, queso relleno de larvas de insectosvivas.

POSTRES:
Langostas (ortóptero) con caramelo bañadas de chocolate.
Hormigas gigantes bañadas de chocolate.
Gusanos crujientes sabor barbacoa (menos dulces)

BEBIDAS:
Mezcal de gusano acompañado de rodajas de naranja con sal de gusano molido.
Paletas de vodka o tequila con escorpiones o gusanos.

Sí, se trata de un menú a base de artrópodos, fundamentalmente insectos y arácnidos. Cada vez más, en occidente, donde estos platos no están en el consumo tradicional de la población, como sí lo pueden tener países como México, Japón o Indonesia, se está aceptando la ingesta de estos invertebrados como aperitivos, tapas, aditivos en un plato, aliño de un cocktail, una ensalada o un postre. Incluso, ya existen empresas que se dedican a envasar los insectos y comercializarlos a precios relativamente altos. Están apareciendo libros dedicados a exponer y explicar recetas de cocina entomofágica, u otros que describen cómo cultivar insectos para el consumo humano; y hasta se habla ya de su posible inclusión en los futuros viajes espaciales.

¿Qué es la entomofagia?

Entomofagia. Plato de Locusta (ortoptero)

La palabra entomofagia deriva del griego entomo, insecto y phagein, comer. Por lo tanto se trata de la ingesta de insectos y arácnidos (aunque estos últimos no son insectos) como alimento para los humanos y los animales. Es un hábito alimenticio muy extendido en algunas culturas como México, América Central y del Sur, África, Asia y Australia. En otros países, esta práctica ha sido considerada un tabú…quizás más bien “comida desagradable”, no usual…

Cuando hurgamos en la historia, observamos que es muy posible que los insectos formaran parte de la dieta alimenticia humana desde épocas remotas, mucho antes de que se desarrollaran herramientas para la caza y la agricultura. Evidencias de esto han sido halladas en los análisis realizados a ciertos coprolitos en cuevas de Estados Unidos y México. En los coprolitos de las cuevas de las montañas Ozark (suroeste de los Estados Unidos) se encontró que contenían hormigas, larvas de cucarachas, piojos, garrapatas y termitas.
Algunas de las pinturas rupestres en la cueva de Altamira en el norte de España, que data aproximadamente del 9 000 al 30 000 años a.C.,sugieren la alimentación con pupas y larvas de insectos endulzadas con miel.
Se han encontrado también larvas de gusanos de seda silvestres (Theophilia religiosae) en las ruinas existentes en la provincia de Shanxi, China, con fecha aproximada de 2.000 a 2.500 años a. C
De manera, que muchas de las costumbres y prácticas culinarias relativas a la entomofagia han perdurado en el tiempo y han pasado a nuestros días, formando lo que se denomina “entomofagia tradicional”.

Gusanos de maguey. México

Los insectos y arácnidos siempre han sido dieta habitual de muchos grupos de animales como aves, reptiles, anfibios, peces, mamíferos y numerosos grupos de invertebrados. A estos animales se les llama insectívoros en vez de entomófagos.
A su vez, muchos insectos son entomófagos; generalmente se los clasifica como depredadores, parásitos y parasitoides. Algunos pueden ser caníbales, es decir, comen miembros de su propia especie. La mayoría de los arácnidos se alimentan casi exclusivamente de insectos.
Los gusanos nematodos que viven dentro de los insectos como parásitos también son considerados entomófagos. Algunas bacterias y hongos que también crecen dentro de o sobre los insectos también están en esta categoría, aunque quizás sea más apropiado considerarlos entomopatógenos.
En fin, los insectos y arácnidos constituyen una parte principalísima en la cadena alimentaria.

¿Son nutritivos los insectos?

Puesto de venta de insectos comestibles. Tailandia

Analice este ejemplo y respóndase usted mismo: un saltamontes tiene un 20% de proteínas frente a un filete de ternera que posee un 27%. Las concentraciones de proteínas pueden aumentar una vez que el insecto se haya preservado seco, de esta forma puede alcanzar hasta 60%. El contenido proteico de algunas orugas puede estar entre 30% y 80%.

Los insectos, además, pueden aportar a la dieta humana vitaminas, minerales y grasas. El aporte de cada uno de estos nutrientes depende de la especie y de la preparación de los insectos, y dentro de una misma especie está influido, en gran medida, por el lugar donde viven.

¿Entonces?… Parece que sí, que los insectos sí son nutritivos, pero… ¿por qué?

Casu Marzu. Italia

Es que los insectos, tienen generalmente, una gran eficiencia en la conversión de los alimentos. Ellos aprovechan al máximo los nutrientes de su entorno para convertirlos en proteínas, vitaminas, grasas, etc. Diversos estudios han corroborado que algunos insectos producen proteínas a un ritmo muy superior al de otros animales que proporcionan carne a los humanos, por ejemplo, ellos pueden llegar a producir hasta unas 20 veces más proteína que lo puedeproducir una vaca.
Es por esta razón, que algunas agencias de alimentación están pensando que los insectos podrían ser la fuente principal de proteínas en la alimentación humana del futuro.

¿Son abundantes los insectos?

Los insectos comprenden el grupo de animales más diverso y abundante de la Tierra, con aproximadamente un millón especies descritas, más que todos los otros grupos de animales juntos. Muchos entomólogos estiman que existen aún unos 30 millones de especies no descritas, con lo que, potencialmente, representarían más del 90% de las formas de vida del planeta.
Los insectos pueden encontrarse en casi todos los ambientes dela Tierra. Existen aproximadamente 5 000 especies de odonatos (libélulas, caballitos del diablo); 20 000 de ortópteros (saltamontes, grillos); 120 000 de lepidópteros (mariposas y polillas); 120 000 de dípteros (moscas, mosquitos); 82.000 de hemípteros (chinches, pulgones, cigarras); 350000 de coleópteros (escarabajos, mariquitas) y 110000 especies de himenópteros (abejas, avispas, hormigas).
Los insectos no solo presentan una gran diversidad sino que también son increíblemente abundantes. Se estima que hay ¡200 millones de insectos por cada ser humano!
Algunos hormigueros contienen más de 20 millones de individuos. Se calcula que hay ¡1015 hormigas viviendo sobre la Tierra!
Por su parte, los arácnidos, tienen más de 100 000 especies descritas, y son el segundo grupo más numeroso del reino animal, después de los insectos, y casi dobla en especies a los vertebrados. Dentro de ellos, las arañas son las más numerosas con más de 42 000 especies descritas y los escorpiones con más de 1 500 especies.

Arañas fritas. Camboya

Con estos números, no es difícil pensar en insectos y arácnidos como alimento indiscutible ante un crecimiento poblacional humano como el que se vive en la actualidad.

Según algunos expertos, se prevé una crisis mundial de abastecimiento de productos proteicos, ya que los suministros actuales no pueden hacer frente a las demandas que impone el continuo aumento de la población mundial, que se estima que en 2050 alcanzará los 9 000 millones de personas.

Se afirma que a pesar de que 2 500 millones de personas en la actualidad se alimentan con más de 1 000 especies de insectos como parte de su dieta regular, sólo unos cuantos países los crían. Por lo tanto, se apuesta porque una de las misiones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) es tratar de impulsar tecnologías para la cría de insectos a nivel industrial, así como incentivar su uso como alimento en países occidentales.

Recordemos que…