Inauguran Instituto de Segunda Enseñanza
30 de octubre de 2015
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El 10 de octubre de 1863 se inaugura en el Convento de San Juan de Letrán o de Santo Domingo, en la manzana comprendida entre las calles Obispo, O”Reily, Mercaderes y San Ignacio, el Instituto Número Uno de Segunda Enseñaza en La Habana.
La entrada centro estaba por la calle Obispo número 8, mientras que a la Real Universidad Literaria de accedía por O”Reilly. Fue su primer director el licenciado Antonio Bachiller y Morales, quien ocupó el cargo hasta su exilio en 1869.
Este instituto era una fragmentación de la Facultad de Letras y Filosofía de la Universidad, y tenía incorporados a los prestigiosos planteles El Salvador, San Anacleto, San Pedro y Casa Educación. En 1879 abrió sus puertas al estudiantado femenino.
Un documento oficial del cinco de febrero de 1879, firmado por el director del plantel, autorizaba a José Martí impartir clases en escuelas primarias de la capital. El Apóstol trabajó como profesor en el colegio Casa Educación, que estaba en un ángulo de la Plaza de la Catedral y fue miembro de los tribunales examinadores del propio instituto.
Ejerció poco tiempo en el lugar, ya que con motivo de su discurso conocido como ”honrar honra”, en los altos de la acera del Louvre, no le reactivaron la autorización.
Muy pronto contó el instituto con una biblioteca, considerada entre las mejores del país, así como con los museos histórico, geográfico y martiano, también con el museo Juan Gundlach, donado al plantel por ese sabio alemán, con raras especies ornitológicas, el que pasó posteriormente a la Academia de ciencias de Cuba.
En 1924 el instituto se trasladó para su actual sede, en la manzana comprendidas entre las calles Monserrate, Zulueta, Teniente Rey y San José. Este edificio rectangular de tres pisos, con fachada de piedra de sillería fue obra del arquitecto Benjamín de la Vega.
Aquí ocurrió las primera de las luego famosas tánganas estudiantiles contra el gobierno de Gerardo Machado, el 30 de noviembre de 1930, año en que fue clausurado. Cuando se reabrió, en 1933, tuvo un consejo de gobierno entre estudiantes y profesores, por primera vez en Cuba, que duró hasta 1934.
Fueron alumnos de este centro los ocho inocentes estudiantes de medicina fusilados el 27 de noviembre de 1871, cinco generales de la Guerra de Independencia y seis presidentes de la República.
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